20 enero 2009

090120 de alegrias XII

Hoy es un día para celebrarlo. Sí, señor.


Por fin una buena noticia en estos días difíciles.

Éste inepto, este retroceso en la escala evolutiva, ha demostrado estar a la altura de los más negros gobernantes de la España de la última parte del imperio, de la Europa más turbia y de las Repúblicas Bananeras actuales. La democracia es lo que tiene; a veces se cuela algún engendro como éste.

En fin, hoy se acaba.

Entra Obama.

La verdad es que lo tiene fácil para hacerlo mejor. Mucho mejor.

Pero no soy tan optimista como ZPp. Espero mucho de él, pero no espero que lo haga como se espera desde el resto del mundo. Es estadounidense; y eso no es malo, simplemente no ve las cosas como el resto del mundo. Él, el país que va a presidir, es el centro del mundo.

Las expectativas que está creando van a provocar que la diferencia entre lo esperado y lo realmente realizado sea mayor que la de ningún presidente anterior, me temo, incluyendo al personajillo de Bush, del que se esperaba poco e hizo menos.

Espero equivocarme.

Espero equivocarme mucho.




















P.S.: Horas después de escribir esta entrada, en su discurso el ya presidente Obama dijo algo así como: "Que nadie piense que vamos a dejar de ser lo que somos". Toda una declaración de intenciones.

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