El cumpleaños de los 41.
A todos los que este fin de semana os habéis pasado por casa, gracias.
Gracias por aguantarnos.
Gracias por traer el coche. Y sobre todo gracias por hacerme caso y no traer el coche. Un único incidente en toda la tarde por un coche en la plaza equivocada es todo un milagro.
Gracias por los regalos. Y sobre todo gracias por hacerme caso y no traer regalos. Mi cara de pócker la guardaré para futuras ocasiones: "Pero eto que s'eto?".
Gracias por la comida. Y sobre todo gracias por hacerme caso y no traer comida. Creo que sólo en un par de semanas acabaré con pasteles, tiramisues y empanadas varias que quedan reventando la nevera. El pastel de zanahoria, no; ése ya ha caído.
Gracias por quedaros hasta el último momento. Y sobre todo gracias por hacerme caso y largaros a vuestras casitas a una hora prudencial, que los que se quedaron me tuvieron hasta las tantas y se bebieron mis regalos.
Gracias por quedaros hasta el último momento. Y sobre todo gracias por hacerme caso y largaros a vuestras casitas a una hora prudencial, que los que se quedaron me tuvieron hasta las tantas y se bebieron mis regalos.
Gracias por los niños. Mira, no, los puñeteros niños los podíais haber dejado en casa, que me pusieron el jardín patas arriba. Ya sabéis lo que opino, no hay mejor método anticonceptivo que unas intensíiiiisimas horas con niños.
En fin, que gracias por venir y confirmar lo que desde hace tiempo me temía: que me estoy haciendo viejo y que hace ya años que los fines de semana dejaron de empezar el jueves por la tarde y terminar, de una tacada, el lunes por la mañana.
Comida y bebida, noticias, sorpresas, más comida y más bebida. Una jornada interesante.
Repetiremos el año que viene. O antes si es posible.
Y para quien haya hecho cuentas, no, no cumplí 41 años. Aunque estoy hecho un chaval.
El cumpleaños de los 41 se refiere a los que nos juntamos el sábado.
Gracias de nuevo.
PS.- Por cierto, ¿os he dicho algo de esa empresa alemana en la que estoy de becario?
En fin, que gracias por venir y confirmar lo que desde hace tiempo me temía: que me estoy haciendo viejo y que hace ya años que los fines de semana dejaron de empezar el jueves por la tarde y terminar, de una tacada, el lunes por la mañana.
Comida y bebida, noticias, sorpresas, más comida y más bebida. Una jornada interesante.
Repetiremos el año que viene. O antes si es posible.
Y para quien haya hecho cuentas, no, no cumplí 41 años. Aunque estoy hecho un chaval.
El cumpleaños de los 41 se refiere a los que nos juntamos el sábado.
Gracias de nuevo.
PS.- Por cierto, ¿os he dicho algo de esa empresa alemana en la que estoy de becario?