gema.
1. f. Nombre genérico de las piedras preciosas, principalmente de
las denominadas orientales.
2. f. Parte de un madero escuadrado donde, por escasez de dimensiones,
ha quedado parte de la corteza.
3. f. Bot. Yema o botón en los vegetales.
Ups, no sé si debería escribir esto o vendrá Ramoncín con la gorrilla. No,
Ramoncín no; ¿quién está ahora?
Bueno, me quedo con la primera definición para el título de la sección.
Gemas varias (quien las conocen saben de qué va la cosa):
- En dos palabras, ... y ... y ... y ...
- Cariño, te voy a ser sincero. No tengo ni idea de cómo hacerlo.
- Oye, ven para acá, que me he puesto de parto.
- ¿Ya? ¿No puedes esperarte un poco, que nos estamos tomando unas copas?
- Despierta, cariño, que he roto aguas.
- Zzzz, ¿qué?, zzzz, ¿estás segura?, zzz, ¿no te habrás hecho pis encima?
- ... y entonces vino Javi a montarnos la tienda de campaña, claro. Y luego se
volvió a trabajar. ... Y luego, claro, volvió para desmontar la tienda. ... Y luego
le pedí que me llevara a Madrid, claro.
- (Después de 8 años de novios) Estamos pensando que para el año que viene
nos vamos a casar.
La madre se levanta de la mesa, se sienta en el sillón del rincón y se pone
a llorar.
El padre se levanta, pasea arriba y abajo, paseando alterado.
- Pero, ... ¿casaros? ... Pero, ¿te lo has pensado bien, hija? Bueno, y tú también,
hijo. ... Pero, si ni siquiera os he visto buscar piso.
- A mí, cuando te declaraste me dijiste que no creías en la monogamia.
- Y sigo sin creer; pero no me dejas. Soy practicante, pero no creyente.
- Lo peor de empezar a salir en enero es que en febrero tienes el 14 de febrero
está ahí a la vuelta de la esquina; le envié un ramo de rosas enormes al trabajo,
no me decía nada, no me decía nada y al final la llamé por teléfono y me dijo
que muchas gracias, que ya quedaríamos otro día, porque esa noche ya había
quedado con un amigo para ir al cine.
- Me iba viaje con unos primos en Grecia, así que le dije que
no podíamos quedar, porque íbamos a estar unos días fuera. Por compromiso,
le dije que si quería, se podía venir con nosotros; no iba a atreverse, llevábamos
sólo unas semanas saliendo. ¡Y el señor me tomó la palabra y se apuntó!
- Allí estaba yo, yendo a recoger a mi chica a primera hora de la mañana y
en la puerta estaban mis futuros suegros. No se preocupe señora, que su
niña está en buenas manos.
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