Chicos, tenemos las de perder.
Yo ya he tirado la toalla con mi mujer; por alguna extraña razón, tengo la
culpa de todo lo que pasa en el mundo, incluso cuando estoy fuera de él (lo
cual pasa muy a menudo, las dos cosas, lo de que tenga la culpa de todo y
lo de que esté fuera de este mundo).
Y no puedo decir nada, porque si digo lo que no quiere oír, lo único que hago
cagarla más. Y siempre tiene la respuesta apropiada.
Decididamente, chicos, somos el sexo débil.
El otro día tuvimos una discusion fuerte y le dije:
- Cuando te mueras, te voy a mandar poner una placa que diga:
Aqui yace Mi Esposa - Fría como siempre.
- Ah, ¿si? - respondió ella -. Cuando tu mueras, te mando poner una que diga:
Me levanté furioso (los seres unineuronales no sabemos aceptar un revés
elegante) y le dije,
- Y por cierto que no sirves en la cama tampoco.
Y me fui al trabajo dando un portazo.
Pero es mi consentida, así que después de un rato, me di cuenta de lo grosero
que había sido y decidí intentar arreglar las cosas, así que la llame.
Ella descolgó el telefono después que varias llamadas; entre preocupado e
irritado le pregunté,
- ¿Por qué tardaste tanto tiempo contestar el telefono?
Ella dijo:
- Estaba en la cama.
- ¿En la cama?, ¿haciendo qué?
-"BUSCANDO UNA SEGUNDA OPINIÓN".
Decidí hacer como si no hubiera oído nada. Después de todo, estoy orgulloso
de mis 6 hijos, todos clavaditos a mí.
Estoy tan orgulloso que a veces la llamo "Madre de 6", aunque eso a ella,
lo de llamarla "Madre de 6", parece que no le hace mucha gracia.
Una noche fuimos a una fiesta. Cuando estaba cansado, decidí que era hora
de irnos, así que grité lo mas fuerte que pude,
- ¿Nos vamos a casa, "Madre de 6"?
Irritada por la indiscreción, le contesta gritando aún más:
- Cuando quieras, "Padre de 4".
... todos clavaditos a mí. Creo. Aunque también mi hermano es clavadito a mí.
Y mi primo. Y hasta el butanero se da un aire a mí.
El colmo ha sido esta noche. Por alguna razón se enfadó conmigo anoche
y dejó de hablarme. Lo normal, vamos.
En esos casos, lo mejor es dejarla hasta que se le pase, porque, como he
dicho, si hablo, la cago. Así que hemos comenzado un 'tratamiento de silencio',
o sea, no hablar hasta que lo haga el otro.
De repente recordé que necesitaba que me despertase a las 5 de la mañana
para un importantísimo vuelo de negocios.
No queriendo ser el primero en romper el silencio (y PERDER), le escribí
en una hoja de papel,
Por favor despiértame a las 5 am
y lo dejé donde sabía que ella lo encontraría.Esta mañana me he despertado a eso de las 9 de la mañana; ¡había perdido
el vuelo!
Furioso, estaba por ir a ver porqué no me había despertado, cuando encontré
una hoja de papel sobre la cama. El papel decía:
Cariño, ya son las 5.00 am. Despierta.
Lo dicho, chicos, tenemos las de perder, somos el sexo débil, somos hijos de
un dios menor.
Dios creó al hombre antes que a la mujer: 'siempre hay un borrador antes
de la obra maestra.'
Aunque también cabe otra posibilidad:
Definitivamente no estamos preparados para este tipo de competiciones.
... y las puñeteras lo saben.
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