Me encantan las plantas. A cada viaje que voy me traigo alguna (bueno, plantas y, a veces, no puedo evitar que venga algún bichejo).
A mi mujer no le hace tanta gracia (por eso sus libros se quedan dentro de casa y mis plantas duermen a la intemperie. Que ya le digo, cuando hace frío alguna planta se puede morir, sería mejor dejar las plantas dentro de casa y los libros fuera; total, es cultura, nadie se los va a llevar).
En fin, no cuela, mis niñas siguen durmiendo en el patio y sus libros, calentitos, dentro de casa.
Mirad lo que había hoy con las niñas:
Está un poco zarapastroso, la verdad.
No sé cuánto durará. Veremos. Espero que al menos hasta esta tarde.
Y veremos si le hace gracia a mi chica.
Creo que sí.
A mi mujer no le hace tanta gracia (por eso sus libros se quedan dentro de casa y mis plantas duermen a la intemperie. Que ya le digo, cuando hace frío alguna planta se puede morir, sería mejor dejar las plantas dentro de casa y los libros fuera; total, es cultura, nadie se los va a llevar).
En fin, no cuela, mis niñas siguen durmiendo en el patio y sus libros, calentitos, dentro de casa.
Mirad lo que había hoy con las niñas:
Está un poco zarapastroso, la verdad.
No sé cuánto durará. Veremos. Espero que al menos hasta esta tarde.
Y veremos si le hace gracia a mi chica.
Creo que sí.
2 comentarios:
Gatito!!
¿Gato?
Anda, es verdad, ¡hay un gato!
:-D
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