Me da que estamos perdiendo un poco el norte. Un poco, o un mucho.
El lehendakari Patxi López ha propuesto un acercamiento de los
presos etarras a cárceles vascas, con la condición de que se
desvinculen de ETA.
Tiene sentido; si lo que buscas alejándolos es que no sean manipulados
por sus mandos, si dejan la organización (y no les pegan un tiro
como a Yoyes), no podrán ser manipulados.
La respuesta de los proetarras es que es "insuficiente" (¡cuántos quinquis
del tres al cuarto querrían el trato de favor que tienen los etarras
con muertos a sus espaldas!), que todos los presos tienen que "tener
todos sus derechos reconocidos y respetados" (¿de qué derechos están
hablando? ¿Cuáles son los derechos que no se les están respetando?) y
que "la desactivación de la criminal política penitenciaria que
se aplica al colectivo de presos inmediata e incondicional" (aquí los
únicos criminales que hay son los etarras, estén en la cárcel o fuera).
¿Que quieren presos en el País Vasco? Que les manden a todos los
delincuentes comunes. Ah, no, a esos no.
Puede que sea una propuesta interesante, pero si le tiendes la mano
a un perro peligroso lo normal es que te muerda. Y eso es lo que le
puede pasar al señor López con los etarras.
Otros que se están poniendo en peligro son los del PNV, que también
han comentado la jugada. Al PNV le ha salido bien jugar con una doble
baraja durante años. Le ha salido bien, pero ahora se ha quedado
totalmente descolocado. Por un lado le interesaba mostrarse como
nacionalista, por otro le interesaba que la clase económica vasca
lo viera en ellos el miedo del aislamiento independentista.
Por eso se mostraba enérgico como nacionalista, pero no tanto como
para que lo confundieran con la ETA independentista, esos pobres
cuatro muchachos.
Mientras no hubiera alternativa, a río revuelto ganancia del partido.
Ahora todo ha cambiado: hay partidos nacionales que no ocultan
sus ideas nacionalistas y se desvinculan de sus partidos madre y
hay un partido independentista que los ha barrido por el ala radical
(uno de cada cuatro vascos está gobernado por Bildu).
¿Y esto dónde deja al PNV? En el alero de un tejado. Veremos las
próximas elecciones, pero es posible que estemos ante el inicio de
la desaparición del partido de Sabino Arana (no tengo dudas, en
estos momentos Arana se pasaría a Bildu, no seguiría en el PNV).
Los independentistas no nacionalistas no van a votar al PNV, para
eso tienen a los proetarras. Los nacionalistas no independentistas
no van a votar al PNV, para no caer en las garras de Bildu necesitan
partidos nacionales moderados.
El PNV se queda con .... nada.
No es el primer caso. Cuando pierdes el norte y no te adaptas a la
realidad te puedes encontrar en el caso de IU. Es cierto que con más
votos que los partidos nacionalistas sólo tienen un diputado. Pero es
que cuando tuvieron más representación no jugaron bien sus cartas
y se han ido marginando más y más. Veremos ahora si aprobechan
el movimiento de los indignados o si bajan más aún y hay que echar
el cierre.
El 20-N (Dios, ¿en qué estaría pensando este elemento cuando puso
las elecciones?) dará y quitará razones y pondrá a cada uno en su lugar.
Pero va a ser doloroso, eso sí.
El lehendakari Patxi López ha propuesto un acercamiento de los
presos etarras a cárceles vascas, con la condición de que se
desvinculen de ETA.
Tiene sentido; si lo que buscas alejándolos es que no sean manipulados
por sus mandos, si dejan la organización (y no les pegan un tiro
como a Yoyes), no podrán ser manipulados.
La respuesta de los proetarras es que es "insuficiente" (¡cuántos quinquis
del tres al cuarto querrían el trato de favor que tienen los etarras
con muertos a sus espaldas!), que todos los presos tienen que "tener
todos sus derechos reconocidos y respetados" (¿de qué derechos están
hablando? ¿Cuáles son los derechos que no se les están respetando?) y
que "la desactivación de la criminal política penitenciaria que
se aplica al colectivo de presos inmediata e incondicional" (aquí los
únicos criminales que hay son los etarras, estén en la cárcel o fuera).
¿Que quieren presos en el País Vasco? Que les manden a todos los
delincuentes comunes. Ah, no, a esos no.
Puede que sea una propuesta interesante, pero si le tiendes la mano
a un perro peligroso lo normal es que te muerda. Y eso es lo que le
puede pasar al señor López con los etarras.
Otros que se están poniendo en peligro son los del PNV, que también
han comentado la jugada. Al PNV le ha salido bien jugar con una doble
baraja durante años. Le ha salido bien, pero ahora se ha quedado
totalmente descolocado. Por un lado le interesaba mostrarse como
nacionalista, por otro le interesaba que la clase económica vasca
lo viera en ellos el miedo del aislamiento independentista.
Por eso se mostraba enérgico como nacionalista, pero no tanto como
para que lo confundieran con la ETA independentista, esos pobres
cuatro muchachos.
Mientras no hubiera alternativa, a río revuelto ganancia del partido.
Ahora todo ha cambiado: hay partidos nacionales que no ocultan
sus ideas nacionalistas y se desvinculan de sus partidos madre y
hay un partido independentista que los ha barrido por el ala radical
(uno de cada cuatro vascos está gobernado por Bildu).
¿Y esto dónde deja al PNV? En el alero de un tejado. Veremos las
próximas elecciones, pero es posible que estemos ante el inicio de
la desaparición del partido de Sabino Arana (no tengo dudas, en
estos momentos Arana se pasaría a Bildu, no seguiría en el PNV).
Los independentistas no nacionalistas no van a votar al PNV, para
eso tienen a los proetarras. Los nacionalistas no independentistas
no van a votar al PNV, para no caer en las garras de Bildu necesitan
partidos nacionales moderados.
El PNV se queda con .... nada.
No es el primer caso. Cuando pierdes el norte y no te adaptas a la
realidad te puedes encontrar en el caso de IU. Es cierto que con más
votos que los partidos nacionalistas sólo tienen un diputado. Pero es
que cuando tuvieron más representación no jugaron bien sus cartas
y se han ido marginando más y más. Veremos ahora si aprobechan
el movimiento de los indignados o si bajan más aún y hay que echar
el cierre.
El 20-N (Dios, ¿en qué estaría pensando este elemento cuando puso
las elecciones?) dará y quitará razones y pondrá a cada uno en su lugar.
Pero va a ser doloroso, eso sí.
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