Guillermo Puertas le ha puesto la zancadilla, pero ha salido airosa (la que
vale, vale).
Cuando le vuelva a latir el corazón a su ritmo normal (o sea 10 veces menos
de a como está ahora y dentro de unas 5 horas) hablaré con ella.
como un bombo.
Ya me lo avisó el cura y no le hice caso. Es lo que toca.
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