Hoy estoy contento.
Este fin de semana he estado con mis niños y cuando mandé el domingo al mayor a la ducha sólo se cagó en mi padre una vez y fue al baño sin más queja que musitar "Me matas. Me matas. Me matas" por el pasillo.
Puede parecer una barbaridad; para los que sabéis de lo que hablo, coincidiréis conmigo en que es una alegría. Y de las gordas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario