Que el ayuntamiento de Madrid nos dé alguna alegría es de agradecer. No estamos acostumbrados.
Hoy se lanza el proyecto M10, un circuito alrededor del centro de Madrid en el que tendrán prevalencia las bicicletas.
Aprovechando la actual red de calles, se reservará un carril para bicicletas y para el resto de vehículos con un límite de 30 km/h. Quien quiera ir a más velocidad, tendrá el resto de carriles (si los hay).
Si todo va bien, el circuito estaría operativo a finales de octubre, ya que no hay que hacer obras, sólo adaptar la señalización horizontal y vertical.
A ver, no nos engañemos, esta es una propuesta del programa de Gallardimisión allá por el año 2011 (¿os acordáis del pufo que se le coló a la ciudadanía de Madrid cuando se presentaba el Faraón a las elecciones, cuando la jugada era hacerle la pelota a su amo Aznar colocando a su iletrada esposa de alcaldesa de carambola y él allanándose el camino al gobierno de España con el objetivo puesto en La Moncloa? Bueno, pues esa pirula la anunciamos desde aquí y se cumplió. Bueno, lo de La Moncloa todavía no; y posiblemente otra carambola, aguirrista en este caso, lo deje a mitad de camino).
Como decía, esta era una propuesta electoral que casi se ha esperado a final de legislatura para cumplirla. Y eso que era la más barata de todas (no quiero pensar que era la que menos rentabilidad económica para los amigos dejaba).
Además, no soluciona mucho, porque vamos a tener que seguir haciendo encaje de bolillos ciclistas y conductores. Y ahí siempre lleva las de perder el que va a dos ruedas.
Dos casos concretos que he presenciado hoy.
El primero, en Cibeles, al lado del ayuntamiento. Hay un carril ciclista raro, porque los que bajan del norte tienen que circular por el carril izquierdo y los ciclistas que van por el derecho tienen que sortear a los coches que se quedan bloqueados al girar a la derecha. Bueno, pues en este cruce raro un mensajero en moto se ha cruzado a toda velocidad el carril-bus y se ha metido en el carril-bici justo cuando llegaba un ciclista. Los dos han frenado y suerte que sólo han sido los manillares y brazos los que se han quedado entrelazados. Muy romántico, parecía que iban al altar. Bueno, romántico hasta que se han puesto a insultarse; entre sí y a sus respectivas madres.
El segundo caso ha sido parecido: un ciclista en el carril correspondiente que quería seguir recto y, en este caso, un taxista que se ha cruzado dos carriles para pasar por delante de la bici ganando un par de segundos. En este caso hubiera sido más difícil que manillar y volante se hubieran enlazados. Pero seguro que a la madre del taxista también le han pitado los oídos.
Puntos en común: bicicletas, que en principio no se pueden evitar, y, digámoslo así, "profesionales" que cobran por minutos. Mala combinación. Quizás la solución pase por quitar la licencia de "profesional" a quien ponga en peligro a otros usuarios de la vía, que lo de "profesional" sea un agravante.
No a la primera, claro, porque a todos nos puede pasar un despiste, pero sí a la tercera o cuarta. Y no estoy hablando de accidentes. Todos los días me hacen alguna pirula cuando bajo a trabajar. Todos. Y la gran mayoría son taxistas. Si estos "profesionales" se temieran que la bicicleta delante de la que se van a cruzar para demostrarle que quien manda en las calles de Madrid son ellos, si se temieran, digo, que esa bicicleta puede llevar una microcámara y que el ciclista puede presentar la grabación en una denuncia acumulable para, a la tercera o la cuarta machada, perder la licencia, seguro que se lo pensarían muy mucho antes de cruzarse 3 carriles para forzar una salida o de acelerar pasando ronzando al ciclista. Y esto ocurre todos los días. Aunque es cierto que sólo nos llega la noticia cuando hay algún muerto. Algún ciclista muerto, claro.
Y carriles-bici tenemos. Lo que hay que hacer es mantenerlos. Y eso cuesta. Y eso da pocos votos.
Cambiando de tercio, otra alegría que nos ha dado el ayuntamiento: llevar a Anita Botella a la presentación de la candidatura olímpica Madrid 2020. Gracias. Gracias. Tokio y los que no queríamos olimpiadas en Madrid (porque no es el momento y porque no tenemos políticos adecuados) os lo agradecemos profundamente. Gracias. Sin ella hubiéramos tenido (muchas) opciones. Y por si acaso fallaba la opción Botella, ¡os llevasteis a Rajoy! Equipo ganador seguro para no conseguir la olimpiada. Gracias. Esto merece otra entrada.
Dicho todo esto, tengo que romper una lanza en favor de Anita. Bueno, dejémoslo en defenderla.
Se está hablando de la relaxing cup of café con leche. A ver, que no es que se le ocurriera de la nada y lo soltara o que no tenga ni puta idea de cómo se dice café en inglés. Todo estaba preparado y la delegación española iba a hacer guiños al mundo hispano.
Hasta ahí bien.
El problema es que cuando tienes la gracia en el culo, te puede pasar esto.
No sé si la he defendido bien, pero esto es lo que hay.
Y para todos los que estudiáis inglés o queréis hacerlo: IMPRESCINDIBLE.