Hay días en los que tienes pocas ganas de nada.
Hoy es uno de ellos.
Hace 8 años empezó a moverse el lacrosse en España. Ya había habido algunos conatos anteriores, jugadores de aquí y de allá que coincidían alguna vez para echar unos pases, unas risas y unas cervezas, pero fue a partir del 2001 cuando nos juntamos un grupo de cabezones capaces de sacar esto adelante.
El año 2003 comenzaron los torneos, primero en Roma, después en Madrid y a continuación Salzburgo.
En Austria nos pidieron que designásemos un "aprendiz" de árbitro (me tocó a mí) y Ken Galluccio me tomo como tutor.
No sé mucho, pero si no aprendí más no fue porque él no lo intentase.
Como árbitros coincidimos también en Amsterdam, Berlín y Praga y como jugador en el mundial de Canadá, en el europeo de Finlandia y, por supuesto, en el torneo de Madrid.
Hay muchos que han colaborado con las nuevas naciones en el mundo del lacrosse. Pero Ken encima ha puesto de su dinero para que la Federation of International Lacrosse sea lo que es en la actualidad.
Y además, incluso cuando las cosas no iban bien y sabías que estaba jodido, nunca perdió las formas, ni la sonrisa y el tono agradable para todos y cada uno de los componentes de las expediciones españolas. Supongo que era igual con el resto, pero quiero pensar que éramos especiales para él.
Lo que tenía de grande, lo tenía cabezón, eso lo sabemos todos, y decidió morirse el 22 febrero pasado.
Joder. Se acabó. No escribo más.
Esta me la pagas, tío. Me voy a un bar a emborracharme por las Weissbier que no vamos a poder tomarnos juntos.
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