El acojone aumenta.
ZPp se levanta por la mañana y según se sienta para ponerse las ZPatillas se le ocurre una idea
genial (lease idea de bombero, con todo mi respeto a los bomberos) y la lanza sin encomendarse
a Dios ni al diablo.
La semana pasada se levantó no nuclear, y decidió cerrar la central nuclear de Garoña. Es cierto
que la central está funcionando desde 1970 y el gobierno no va a ampliar su permiso de
funcionamiento más allá de los 40 años previstos. Ojo, no es que les esté quitando nada; es que
no se lo da.
Pero hay que ir más allá.
La energía nuclear supone un 23% de la energía consumida en España (es cierto que la de
Garoña sólo supone un 1.25% del total). Hay que decidir qué futuro queremos.
La alternativa actual son las centrales térmicas, que emiten CO2 de un modo contínuo. Estas
centrales no son un peligro potencial, son auténticas emisoras de veneno. ¿Ahí no tienen nada
que decir Gobierno y ecologistas?
La opción renovable hoy por hoy no es realista. Y además hay que hacer cálculos de todo el ciclo
de vida de los generadores. ¿Cúanto cuesta, energéticamente hablando, fabricar una placa
fotovoltáica, instalarla, gestionarla, ...? Sin duda, mucho más que lo que genera. ¿Y un molino de
viento?, ¿quién garantiza que va a generar electricidad cuando se necesita, y no a horas
intempestivas de la noche?
La energía nuclear tiene un riesgo controlado; no olvidemos que en toda la historia de la energía
nuclear con fines civiles (Chernobil no cuenta, eso no era para producir energía eléctrica) se han
producido un puñado de accidentes menores, incluido Vandellós, y que la radiación nuclear es un
proceso físico-químico natural que se encuentra alrededor nuestro.
Si la solución es cerrar nuestras centrales y depender de la producción de las centrales nucleares
francesas al otro lado de los Pirineos, es esconder la cabeza.
La opción de reducir consumo es la más lógica; empezaremos a ponerla en práctica cuando
veamos a nuestros políticos verdes vistiendo taparrabos. Hasta entonces, poca credibilidad
tendrán.
Otra brillante idea la tuvo ZPp el viernes, cuando llevó al consejo de ministro la subida de
impuestos de tabaco y combustibles.
Y manda a la ministra Salgado a dar la cara, a explicar que esta subida de impuestos en época de
crísis es por nuestro bien, porque el tabaco es malo, malo, malo, y el combustible lo utilizan esos
ricos potentados que tienen la osadía de tener coche.
Casi prefiero que me digan que su nefasta política de parches ha dejado las arcas públicas vacías
y que hay que recaudar de dónde haga falta.
Sólo una reflexión: ¿cuánto consume el avión que ha llevado al presidente a sus mítines
partidistas? ¿Consume menos que uno o varios coches? ¿Dónde están los ecologistas y los
políticos verdes poniendo el grito en el cielo?
Os lo digo yo; ni están, ni se les espera.
Como para el resto de cosas.
ZPp se levanta por la mañana y según se sienta para ponerse las ZPatillas se le ocurre una idea
genial (lease idea de bombero, con todo mi respeto a los bomberos) y la lanza sin encomendarse
a Dios ni al diablo.
La semana pasada se levantó no nuclear, y decidió cerrar la central nuclear de Garoña. Es cierto
que la central está funcionando desde 1970 y el gobierno no va a ampliar su permiso de
funcionamiento más allá de los 40 años previstos. Ojo, no es que les esté quitando nada; es que
no se lo da.
Pero hay que ir más allá.
La energía nuclear supone un 23% de la energía consumida en España (es cierto que la de
Garoña sólo supone un 1.25% del total). Hay que decidir qué futuro queremos.
La alternativa actual son las centrales térmicas, que emiten CO2 de un modo contínuo. Estas
centrales no son un peligro potencial, son auténticas emisoras de veneno. ¿Ahí no tienen nada
que decir Gobierno y ecologistas?
La opción renovable hoy por hoy no es realista. Y además hay que hacer cálculos de todo el ciclo
de vida de los generadores. ¿Cúanto cuesta, energéticamente hablando, fabricar una placa
fotovoltáica, instalarla, gestionarla, ...? Sin duda, mucho más que lo que genera. ¿Y un molino de
viento?, ¿quién garantiza que va a generar electricidad cuando se necesita, y no a horas
intempestivas de la noche?
La energía nuclear tiene un riesgo controlado; no olvidemos que en toda la historia de la energía
nuclear con fines civiles (Chernobil no cuenta, eso no era para producir energía eléctrica) se han
producido un puñado de accidentes menores, incluido Vandellós, y que la radiación nuclear es un
proceso físico-químico natural que se encuentra alrededor nuestro.
Si la solución es cerrar nuestras centrales y depender de la producción de las centrales nucleares
francesas al otro lado de los Pirineos, es esconder la cabeza.
La opción de reducir consumo es la más lógica; empezaremos a ponerla en práctica cuando
veamos a nuestros políticos verdes vistiendo taparrabos. Hasta entonces, poca credibilidad
tendrán.
Otra brillante idea la tuvo ZPp el viernes, cuando llevó al consejo de ministro la subida de
impuestos de tabaco y combustibles.
Y manda a la ministra Salgado a dar la cara, a explicar que esta subida de impuestos en época de
crísis es por nuestro bien, porque el tabaco es malo, malo, malo, y el combustible lo utilizan esos
ricos potentados que tienen la osadía de tener coche.
Casi prefiero que me digan que su nefasta política de parches ha dejado las arcas públicas vacías
y que hay que recaudar de dónde haga falta.
Sólo una reflexión: ¿cuánto consume el avión que ha llevado al presidente a sus mítines
partidistas? ¿Consume menos que uno o varios coches? ¿Dónde están los ecologistas y los
políticos verdes poniendo el grito en el cielo?
Os lo digo yo; ni están, ni se les espera.
Como para el resto de cosas.
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