española de la Unión Europea.
Curiosas las trampas del idioma. ¿Celebrar? De celebración, poco. Más correcto
sería introducir algún antónimo apropiado para cuando se realiza un acto,
reunión o espectáculo tan lamentable como éste.
He sido de los desafortunados que lo he seguido prácticamente de principio
a fin.
¡Qué pena de personas, por Dios! Si Darwin tuviera razón, a esta gente se la
comerían con patatitas.
Están aquí porque son estómagos agradecidos, útiles para los que en segunda
fila o detrás de la barrera mueven los hilos.
Qué poca capacidad retórica, qué poco nivel de convicción. Ni los propios se
sentían identificados.
Chistes fáciles, comentarios insulsos.
Y ese murmullo contínuo de fondo que denota que a las señorías que no están
en la tribuna, el debate se la trae al pairo. Con tal de que a fin de mes se les
ingrese el sueldo, el resto no les importa.
Ayer se produjo un hecho curioso, tenía lugar la convalidación del decreto ley
sobre la reforma laboral en el Congreso y Antonio Gutierrez, diputado del PSOE
y ex secretario general de Comisiones Obreras (CC.OO) se abstenía de votar a
favor, como había fijado el grupo parlamentario socialista para sus diputados.
Previsiblemente hoy lo sancionarán con 300 € por atender a su moral, más que
a las directrices de quien lo puso en la lista (no quien lo puso en el Congreso, que
fueron los votantes).
Los 300 € es anecdótico; lo peor será entrar en una lista negra de, digamos, no
favorecibles.
Caso distinto es el de Magdalena Álvarez, Ministra de Fomento de infausto
recuerdo que tuvo que salir por la puerta de trasera pero que nunca se opuso
a defender lo indefendible. Ahora, además de su retribución como exministra
de unos 5 000 € al mes (sí, habéis leído bien, 5 000 € al mes por no hacer
nada; o sea, como cuando era ministra), hay que sumar los 20 000 € más al
mes como vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones.
Vamos a ver, vamos a ver, para quien no la recuerde, adjunto video:
¿Alguno de vosotros piensa que esta señora tiene habilidades para algo más
que .. que ... estho ... que ...? Se me ha pegado la capacidad dialéctica de la
exministra.
Os respondo yo; hay que recordar que esta señora es doctora en Ciencias
Económicas y Empresariales e Inspectora de Finanzas del Estado, algo tiene
que saber.
Pero habilidades sociales, poquitas.
Eso sí, supo aguantar como perrillo faldero y ahora tiene su recompensa.
Antonio Gutierrez se ha dejado traicionar por su moral.
Y eso es de agradecer.
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