Ésta será la última edición de la Feria del Libro de Madrid.
Es una pena; después de tantos años, la feria echa el cierre.
Y es peor aún porque echa el cierre no por temas culturales, no por temas económicos, no por temas relacionados con el libro en sí.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, la señora Aguirre, ha decidido que no vuelva a celebrar la fiesta de la cultura porque esta mañana en la inauguración de la feria por parte de los príncipes ha habido algunas personas que han lanzado gritos en favor de la república.
Por coherencia con sus anteriores palabros en los que pedía que si se silbaba durante el himno de España o se pitaba a los príncipes en el partido de la final de la copa del rey de esta noche entre el Barcelona y el Atletic que el partido se debería suspender y jugar a puerta cerrada, esta señora da una muestra de compromiso y ha declarado ilegal la feria del libro. De hecho, se está planteando mandar las ordas de la delegada del gobierno en Madrid para arrasar y arrestar a tanto perroflautas.
No lo dudéis cuando volváis a votarla; es una mujer coherente con lo que dice.
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