Las fiestas de Beilgries ya han empezado.
Son como la feria de abril, pero en septiembre, con lluvia y jarras de cerveza de a litro.
Ayer se destinaba el día a las empresas patrocinadoras y nos cedían la carpa para cenar y beber. Está bien, es una manera de ver a los estirados sin sus trajes y completamente bolingas.
En fin, también nos visitó la reina de las fiestas. Y no, me equivoqué, no era la que menos bigote tenía. Y tampoco creo que hayan llegado hasta aquí los injustos cánones de belleza occidentales. La chica es como una hogaza de pan con un montón de moho bajo la nariz.
En fin, mientras no me toque darle un beso y hagamos velcro, es su reina.
Son como la feria de abril, pero en septiembre, con lluvia y jarras de cerveza de a litro.
Ayer se destinaba el día a las empresas patrocinadoras y nos cedían la carpa para cenar y beber. Está bien, es una manera de ver a los estirados sin sus trajes y completamente bolingas.
En fin, también nos visitó la reina de las fiestas. Y no, me equivoqué, no era la que menos bigote tenía. Y tampoco creo que hayan llegado hasta aquí los injustos cánones de belleza occidentales. La chica es como una hogaza de pan con un montón de moho bajo la nariz.
En fin, mientras no me toque darle un beso y hagamos velcro, es su reina.
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