En esta época en la que parece que si no gritas lo orgulloso que te sientes de tu bandera, eres un puto indenpendentista de mierda (me gustaría saber cuántos de los que tanto gritan han sufrido un sólo golpe por ella, y lo de que duele dentro me hace esbozar no sin esfuerzo una sonrisa), levanto la bandera que sin duda nos une a los habitantes de la piel de toro y bajo la que se refugian cuantos la conocen a lo largo y ancho del mundo.
Orgullo Ibérico.
Abrá a quien no le guste. Para gustos, los colores.
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