Hoy he tenido examen con mis chavales. ¡Qué recuerdos!
Cada vez estoy más convencido de esta premisa: si quieres suspender a mucha gente, pon un examen sencillo.
Y éste lo era. Lo era porque así nos lo dicta Bolonia; no porque esté escrito en ninguna parte que tiene que ser así, sino porque con el temario que llevamos dado, poco se puede pedir.
Da igual lo mucho que durante el curso les recalques lo importante, siempre habrá alguno que se lía teniéndolo claro. No hay peor consejero que tú mismo haciendo caso de tus nervios el día de un examen.
No les puedo criticar. Yo hacía lo mismo. Es más, era peor, dejándolo todo para el último día, falta de concentración con esta jodía cabeza que Dios me ha puesto encima de los hombros, dúdas de último momento, ...
Claro, que siempre hay algún listo que se cree que todavía está en primaria.
Me preguntaba mi sobrino si lo veía capaz de sacarse una carrera universitaria. Nene, si un cabeza hueca como yo ha podido sacar dos, tú no vas a tener problema ninguno.
Esa reflexión parece que no convence mucho, por muy cierta que sea.
En fin, pongo la entrada como una alegría, porque lo bueno de los exámenes es que puedes demostrar lo que sabes, y espero que sea mucho.
En unos días tendremos la respuesta y veremos si la alegría se transforma en llanto.
Cada vez estoy más convencido de esta premisa: si quieres suspender a mucha gente, pon un examen sencillo.
Y éste lo era. Lo era porque así nos lo dicta Bolonia; no porque esté escrito en ninguna parte que tiene que ser así, sino porque con el temario que llevamos dado, poco se puede pedir.
Da igual lo mucho que durante el curso les recalques lo importante, siempre habrá alguno que se lía teniéndolo claro. No hay peor consejero que tú mismo haciendo caso de tus nervios el día de un examen.
No les puedo criticar. Yo hacía lo mismo. Es más, era peor, dejándolo todo para el último día, falta de concentración con esta jodía cabeza que Dios me ha puesto encima de los hombros, dúdas de último momento, ...
Claro, que siempre hay algún listo que se cree que todavía está en primaria.
Me preguntaba mi sobrino si lo veía capaz de sacarse una carrera universitaria. Nene, si un cabeza hueca como yo ha podido sacar dos, tú no vas a tener problema ninguno.
Esa reflexión parece que no convence mucho, por muy cierta que sea.
En fin, pongo la entrada como una alegría, porque lo bueno de los exámenes es que puedes demostrar lo que sabes, y espero que sea mucho.
En unos días tendremos la respuesta y veremos si la alegría se transforma en llanto.