Es cierto que los deportistas no se han caracterizado nunca por su nivel cultural, y en el fondo de todo este entramado se encuentran los futbolistas. Supongo que este estado de idiotez permanente viene provocado por simples periodistas (lo de simple no viene de sencillo, sino de simpleza) que justifican su salario con intervenciones tan complejas y comprometedoras como: “Has marcado los 5 goles con los que tu equipo ha vencido al eterno rival y le ha quitado el título en el último partido y en su campo; estás contento, ¿no?” Ante estudios tan concienzudos, ¿qué va a contestar el delantero por muy instruido que sea?, pues “sí”.
En medio de toda esta marabunta de lumbreras, un deportista ha hecho una serie de reflexiones sobre la situación juridicopolítica o politicojurídica en este país, estado o como queramos llamarlo. Partiendo de que sus ideas nacionalistas o independentistas son respetables y de que está bien instruido, si no aleccionado, con un montón de datos de anteriores casos en los que ladrones y/o asesinos no han cumplido con la justicia por distintos favores recibidos, sólo me planteo dos peros. El primero es que cuando estás dentro de una organización, un club deportivo en este caso, te debes a ella y tienes que medir muy mucho tus palabras para no perjudicarla, por mucho que sepas que tienes razón. El segundo es que, desde mi punto de vista, pierde toda legitimidad cuando iguala delincuentes y pide café para todos; si ese café fuera que todos deben ser iguales ante la ley y que todos deben cumplir en la cárcel, me parecería correcto, pero si lo que busca es que todos salgan libres, flaco favor le hacemos al sistema de derecho.
Por otro lado, el Kaos de terrorista que es de Juana dice que pese a rebajársele la sentencia va a seguir con su huelga de hambre. Estoy de acuerdo con él. Soy partidario del testamento vital y, en caso necesario, de la eutanasia voluntaria. Entiendo que este es el caso; es difícil encontrar razones para seguir viviendo cuando te has llevado por delante la vida de 25 personas que sí querían seguir haciéndolo. Por tanto, pediría a las autoridades judiciales y a los médicos que le retirasen la alimentación forzada y que lo dejasen morir, no en paz, porque un terrorista nunca puede tener esa palabra en su modo de vida, pero que al menos lo dejen morir.
Tengo claro, y así parece corroborarlo las declaraciones de los últimos chavales detenidos por su pertenencia a la banda terrorista, que uno cuando entra en la secta etarra no sabe dónde se mete; sí, ideales y todo eso, utopía y demás rollos. No deja de ser una secta, te atrapa y anula tu voluntad. Supongo que eso es lo que pasó con éste pro-eutanasia, le lavaron el cerebro y lo pusieron a pegar tiros y poner bombas; es curioso como funcionan las sectas terroristas, ¿o alguien recuerda el nombre de alguno de los dirigentes que idearon el ataque a las torres gemelas en la lista de pasajeros de los aviones que se estrellaron contra ellas? Curiosamente, siempre están a cientos, miles de kilómetros. Una vez lavado el cerebro, ¿por qué no que se muera de hambre?, necesitamos héroes. ¿Alguien me puede decir algún nombre de los líderes de la secta que se haya puesto en huelga de hambre? Ninguno, para eso están los tontos.
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