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  • CALENDARIO DE CARRERAS - 2 010.


  • COMUNIONES 2 010.


  • 31 julio 2007

    070731 de exiliados VII

    Un compañero me ha invitado a cenar esta noche en su casa. Maldita la hora en la que acepté.

    Habla un español bastante aceptable. Me ha dicho algo así como "Ven a cenar esta noche a mi casa; vamos a hacer una barbaquiu de hidalgo", mientras se relamía y se frotaba el estómago.

    ¿Barbacoa de hidalgo? No lo veo yo haciendo Duelos y Quebrantos en una parrilla. Soy manchego y nunca antes lo había oído. Por cómo se frotaba la panza pensé que sería algo que gustaría a Sancho, cerdo o quizás cordero, aunque el escudero era más de queso y vino. Debía ser algo típico de Babiera.

    De la comida no sabía, pero del vino me encargaba yo, así que he ido a comprar vino español a un supermercado alemán con un dependiente turco; cualquier cosa podía pasar.

    Al llegar a su casa los terroristas de sus niños me estaban esperando; era la novedad, entraba dentro de la lógica. Me ha presentado como José Vicente, así que los críos se está pasando toda la velada diciendo JjjjoséViseeeente como si fuera una palabra mágica; JjjjoséViseeeente por aquí, JjjjoséViseeeente por allá, ya me estaban empezando a tocar los huevecillos con tanta tontería.

    Tienen un crío pequeño, de unos 2 años, así que han atornillado la puerta del jardín para que no se escape. Allá que me ves con las botellas de vino saltando la verja; espero no beber mucho, si no, la salida de la casa puede ser gloriosa.

    Mi colega estaba ya haciendo la comida cuando llegué; había salchicas, pollo, patatas, ...

    "Mira, y aquí tengo el hidalgo", decía mientras blandía una pieza de carne roja y gelatinosa.

    ¡Hígado, era hígado! Anda que no le he dado vueltas a la puñetera barbacoa del hidalgo.

    Después de un rato más o menos tranquilos borrándome el nombre, la chiquillería se ha empezado a revolucionar. El mayor ha tirado al suelo una maceta con el balón, rompiéndola, y el perro ha pasado por encima, salpimentando de paso la comida con basura, con el consiguiente enfado de la madre y las risas del padre. El pequeño ha trincado la cerveza del padre metiéndose entre pecho y espalda un buen trago sin hacerle ascos, con el consiguiente enfado de la madre y los gritos de animo del padre. Bábaros.

    Luego me tocó el turno a mí, a mí de recibir claro. Todo ha sido accidental, o bastante accidentado, por mejor decir.

    El mediano ha seguido jugando con el balón y ha tirado otra maceta; ésta ha caído sobre la leña, que a su vez ha saltado sobre el fuego, que a su vez ha hecho el triple salto mortal hasta mi camiseta. Joé con la puntería que tiene el niño. Las ascuas han llegado casi apagadas; aún así me han hecho algún agujero.

    No sé qué enseñan en el colegio a estos críos, porque el mayor ha intentado apagar el conato de incendio de mi camiseta con lo primero que ha encontrado, el bote de ketchup. Ha habido un momento que el padre no sabía si gritar a su hijo o aprovechar para mojar el hígado en el tomate de mi pecho.

    Por último, el enano se ha enfadado cuando la madre le ha dicho que era hora de irse a dormir, ha cogido unos dados de madera con los que estaba jugando y los ha tirado contra la pared, con tan mala suerte que yo estaba entre medias. Resultado: un ojo a la funerala y una brecha sobre la ceja.

    Ahora estoy intentando recomponerme como buenamente puedo, limpiándome el ketchup y vendándome la herida.

    En cuanto se descuiden, me escapo de esta casa antes de que acaben conmigo, que ya son las mil y estoy hecho un Cristo. Menos mal que con la impresión se me ha pasado el efecto del alcohol y voy a poder saltar la verja sin problema.

    30 julio 2007

    070730 de exiliados VI

    Este fin de semana he aprovechado para ir a un espectáculo especial: niñas con ropa ajustada, botas de cuero hasta las rodillas, fustas, movimientos coordinados a dúo, descargas de adrenalina, ...


    Uhmmm, Dios, cómo me gusta la hípica; sobre todo la prueba de saltos.


    27 julio 2007

    070727 de exiliados V

    Los españoles somos la leche; apenas hablamos un idioma y nos lanzamos a la aventura de recorrer un país del que no conocemos ni las costumbres, y todo esto sin un triste diccionario de apoyo.

    ¡Por fin viernes! Y para celebrar mi primera semana laboral en Alemania me he duchado, me he puesto mis mejores galas, me he puesto gallumbos limpios y he tirado la casa por la ventana, me he ido al Zur Krone, el restaurante donde sirven la mejor caza de la región, y me he dispuesto a cenar bien para una noche loca.

    La camarera me ha traído la carta, lo he mirado como si entendiese algo (nada, no he entendido nada) y al final he tomado una decisión salomónica: he pedido el menú del día. Menú que cuesta 15 euracos, pero la carne merece la pena.

    Para acompañar la carne he pedido una cerveza de trigo. Ayer me dijeron que se puede decir Weiss Bier o Weizen, que sólo los que no saben alemán piden una Weizen Bier; yo, para demostrar mi alto nivel de integración después de 5 días, he pedido una Weizen y la camarera que no estaba segura del todo me ha preguntado que si quería una Weizen Bier. Pobrecilla, no debe ser de aquí, como nosotros.

    También me ha dicho otra cosa que no le he entendido bien, claro, al no ser de la zona. Algo de una Salat; por cortesía y para que no se sintiera mal le he dicho que sí, que claro, que con ensalada. Me ha extrañado cuando me ha dicho que me cambiase de mesa y me ha pasado de una pequeña de tres a una mayor de cuatro; que maja, la chica, pensé.

    Por la puerta ha salido una chica con un tazón de ColaCao; he pensado que era de alguna tienda cercana que iba al restaurante a por un café o algo así, pero no, era para mí. Y no era ColaCao, era un tazón de sopa de cocido con una especie de espaguetis en el fondo y unos hierbajos flotando. Cuando he visto el tazón hasta me ha parecido oír a las madres de Pedrosa y Nadal llamándolos para desayunar, o merendar en este caso, que aquí se cena a las 7.

    Cuando he visto el plato del segundo he comenzado a salibar. Pero, oh, triste realidad, era pescado. O sea, que Abvheöarhjen en Alemán es un pez; manda huevos, 15 euros por un triste bacalao. En la ultracatólica Babiera la gula ha dejado de ser pecado capital para convertirse en virtud, pero los viernes sigue tocando pescado.

    Claro, y aquí ha venido lo de la Salat, me estaba preguntado que si quería extra de ensalada y me ha traído una espuerta de yerbajos que, claro, no cabían en la mesa pequeña, de ahí el cambio.

    Como buenamente he podido me he comido todo; no era cuestión de dejar nada, te miran con cara rara si lo haces. Entre tanta lechuga creo que ha habido alguna vez, tres para ser exacto, que he mordisqueado una de las planta que había en una maceta al lado de la mesa; claro, como la ensalada se salía por los laterales ...

    Con la cantidad de clorofila que he ingerido hoy, creo que no voy a necesitar lavarme los dientes en una semana.

    Para pasar tanto verde y sobre todo tan poco pescado, el medio litro de cerveza ha entrado sólo. La camarera ha venido y me ha dicho algo; he pensado que preguntaba si estaba bueno y le he contestado que sí, que claro. Se ha dado media vuelta y al rato ha vuelto con otro medio litro de cerveza; si es que esta chica habla raro. Y encima la trae ya cuando había terminado con la mata de tomate y el pez; supongo que la cerveza sería para que pasase el postre.

    Luego ha llegado el postre, otro tazón, pero esta vez de glucosa. Que entre cerveza, mantequilla y sirope no me extraña que la camarera tenga el culo panaera que tiene.

    Mientras esperaba por la cuenta ha venido la otra camarera y me ha preguntado algo; iba a contestar que sí, pero esta vez no me he fiado, he utilizado una técnica más inteligente, mi respuesta ha sido del tipo "¿eihn?", así que ella ha optado por otra técnica tampoco muy convencional: ha señalado el vaso de cerveza y ha hecho gesto de beber. Mi respuesta ha sido clara, concreta y concisa: "Y una mieeeeerda; tú lo que quieres es que me caiga al río". Ésta tampoco es de la zona, porque tampoco me ha entendido (quizás sea porque se lo he dicho en español), así que le he contestado algo en alemán que ha surtido efecto, porque se ha ido.

    No las tengo todas conmigo, a lo mejor ha entendido que sí y ha traído otra cerveza. Pero yo ya no estaba allí para verlo, la camarera de culo gordo (como si la otra lo tuviera pequeño) me ha traído la cuenta: 15 euros por el pez, otros 5 por el forraje y 6 más por las 2 cervezas, 26 euros por una cena de viernes noche. No está mal, sobre todo teniendo en cuenta que he cenado solo y comida que no me apetecía.

    Pero de todas formas me ha salido rentable; con las 2 cervezas vuelvo ya al hotel haciendo eses, así que no voy a poder ir de copas a la discoteca donde seguro que tampoco son bábaros y por supuesto no me iban a entender y me iba a tocar alguna extraña pócima no apta para estómagos delicados como el mío. No hay mal que por bien no venga.

    Esa actitud positiva también es muy española.





    26 julio 2007

    070726 de exiliados IV

    Tenía algo para contar que creía interesante, incluso divertido; pero es la tercera ... no, ya la cuarta vez que se me cuelga el ordenador y de tanto escribirla y rehacerla me ha dejado de parecer necesaria. La literatura universal me lo agradece.

    Así que os quedáis sin saberlo. Es lo que tiene vivir en un país tercermundista, que la tecnología falla.

    25 julio 2007

    070725 de exiliados III

    Hola, soy José Vicente y soy alcohólico.

    Bueno, pero lo estoy dejando. Hoy sólo me he bebido 2 litros de cerveza y la estoy intentando abandonar, pero no se deja, la puñetera.

    En fin, creo que en unos día habrá un cambio significativo. O dos.

    El primero será que ya no me podré abotonar ningún pantalón (después de 3 días en Alemania empiezo a tener problemas con el primero).

    El segundo será que lleve varios días yendo a trabajar en bermudas, que el jefe se cabree y que deje la bebida para intentar volver a entrar en los pantalones de pinzas.

    No apostaría yo mucho por que acabe bien esta segunda premisa. Me lo ponen complicado las puñeteras.





    24 julio 2007

    070724 de exiliados II

    Al clima creo que llegaría a acostumbrarme; he vivido en Galicia e Inglaterra y los chaparrones se curan con un buen chambergo.

    A lo que creo que nunca me acostumbraré a lo de las comidas. No es que sean malas; son raras. Raras y a deshora.

    Te levantas a las 6 de la mañana y lo primero que haces es meterte entre pecho y espalda un rancho con el que no darían fin los ocupantes de una patera tras 5 días de travesía. Choricitos, bacon, huevos, cereales, ... Al principio la comida no te entra; después lo que no te entra en la cabeza es cómo puedes haber comido tanto.

    Te vas a la oficina y siempre hay alguien que lleva allí una hora sólo y aburrido y en cuanto te ve se le abren los ojos, hombre, el español, alguien con quien hablar en esta oficina de mustios. Y te invita a un café. A lo que ellos llaman café, un bodrio de agua de fregar que para que entre tienes que empujarlo con un bollito, y a éste con el dedo, porque si no, no hay manera.

    Después de un rato comienzan a llegar los rezagados y entre ellos uno de los jefecillos al que se le han pegado las sábanas. Y como no le daba tiempo a desayunar, pues aprovecha la máquina de café de la oficina para hacerlo. Y como solo se aburre, invita al españolito con la escusa de comentar no sé qué proyecto. Los españoles tenemos fama de rechazar invitaciones, supongo que por no molestar. Y es cierto, se no ofrece café, zumo o lo que sea y nuestra respuesta es "No, gracias". Soy apóstol contra esta tendencia tan hispana, así que allí me ves, tomando ese brebaje con el jefe y aceptándole con una sonrisa un bollito que acaba de comprar en la panadería pensando en mí. Él ha pensado en mí y yo comienzo a pensar en su santa madre.

    Luego a media mañana hacen una Pause para almorzar. Claro, como ellos no han ahogado con el mejunje de la cafetera un par de bollitos, a esa hora tienen hambre.

    Esta pausa tendría sentido si una hora más tarde no parasen para comer. Y siempre hay alguien que te quiere demostrar lo bien que cocina su madre o su mujer y te suelta en el plato una salchicha de a palmo que se ha traído en el tupperware. Y tú la miras, y miras después la maceta que tienes al lado y piensas "ayer coló, pero como siga tirando la comida a la maceta el poto se va a hacer carnívoro". Así que haces un hueco y sigues engullendo.

    Al salir del trabajo siempre hay alguno que propone ir de cervecitas, cañitas que aquí son de medio litro (menos mal que no hay tapa). Cae la primera, cae la segunda; para la tercera ya vas buscando las tablas. Con la excusa de que tienes que llamar a tu mujer, pagas y consigues librarte de otras 2 o 3 rondas.

    Te tumbas en la cama y todo, tu cabeza y tu estómago, comienzan a dar vueltas. Si es que alguna vez han dejado de hacerlo.

    Pasan un par de horas y ya es la hora de la cena, que aquí se cena a las 7 de la tarde; vamos, que ni las gallinas.

    Claro, a las 8 ya te has cansado de hacer tiempo y no te ha quedado más remedio que terminar la cena. Sales a dar una vuelta y no ves a nadie por las calles. Y eso que hace bueno, que los días de diluvio es peor aún.

    Así que a las 9 como mucho estás de vuelta en el hotel y después de un rato viendo la tele notas que el estómago te empieza a pedir que lo rellenes. Claro, es como el de un bebé, se acostumbra a las tomas cada 2 horas y luego las echa en falta.

    Así que aquí estoy a las 11 de la noche con más hambre que una rata, atiborrándome de barritas energéticas, bollitos y fruta. No me extraña que en 2 días haya engordado 3 kilos.

    Aviso para navegantes: quien vaya a venir ya puede ir dejando de comer para hacer hueco.




    23 julio 2007

    070723 de exiliados I

    Voy a intentar esforzarme y mantener a la gente informada desde mi exilio.


    Para los que habéis hablado conmigo, y para el resto ya os lo digo yo, he cambiado de empresa, y su primera medida ha sido enviarme a Alemania, a Beilngries para más señas, una aldea en el corazón de Babiera.


    Para quien no conozca esto le diré que como toda Centroeuropa esto es zona de bárbaros, tierra sin romanizar.


    La primera muestra, sin ir más lejos, es el teclado desde el que estoy escribiendo. La "z" y la "y" están cambiadas, por lo que si no te das cuenta te salen frases del tipo: z za estoz en Cadiy con mis yapatos nuevos. No, la tilde tampoco está visible, y peor aún es lo de la "ñ", que tienes que hacer virguerías para ponerla.


    Luego está lo de la comida. Y no digo que se coma mal; se come raro. Todas los hiebajos que mi padre arranca de la huerta porque son eso, malas hierbas, aquí se las echan a la ensalada.


    El pescado ya es otra cosa. La mitad no sé lo que es; pero eso tampoco quiere decir nada, es España tampoco lo sé. Pero aquí con tanta contaminación décadas atrás te puedes dar con un canto en los dientes si el pez tiene menos de 6 ojos.


    Luego están las mujeres; por Dios, si es que las autoridades sanitarias deberían prohibir la mantequilla. Tenemos en la oficina una niñita que parece que en lugar de haberse puesto un supositorio se ha metido un balón de rugby, y para más INRI que se lo ha puesto atravesado. Coño, que cuando se sienta en el sillón en lugar de apoyar los codos en los brazos del sillón, descansa las cartucheras; y todos tememos que si por un casual pasa la barrera de los brazos del sillón y se sienta como hay que hacerlo, ya podemos ir sacando el destornillador, porque nos toca desmontarlo por piezas. Eso o darle un plato de alubias a la chica y esperar a que surta efecto y vulcanice el sillón. Cuando se nos dé la situación decidiremos.


    Con estos antecedentes, una aldea perdida en medio de la nada, una actividad de ocio propia de una gasolinera en medio del desierto yankee, comida propia de animales, mujeres que cuando las miras piensas: menos mal que se inventó el coche a gasolina; pobres monturas de hace un siglo. Con esto, digo, unido a que aquí llueve cuando está muy nublado, llueve cuando está poco nublado, llueve cuando está casi despejado y llueve cuando está totalmente despejado (que se lo pregunten a Alonso en la carrera de ayer en Nürburgring), ¿qué te queda?


    Pues trabajar. Te queda trabajar.


    Así que aquí la gente madruga para ir a trabajar, supongo que aprovechan que todavía no hay luz para no ver a sus respectivos y luego no tener remordimientos, luego siguen trabajando a la hora de la comida, supongo que para que el sabor a pintura de las manos les haga más llevadero el sandwich, siguen trabajando cuando acaba su jornada laboral, total, está lloviendo, dónde van a ir?, y luego prolongan la jornada hasta que la mujer de la limpieza los echa (ella también busca consuelo en el trabajo) y vuelven a casa con la esperanza de tener problemas para distinguir a su cónyuge por la nieblina.


    En fin, que este país es una bendición.


    Yo, por mi parte, intentaré que me repatrien lo antes posible, dentro de un mes o así.


    Hasta entonces sólo me queda trabajar, trabajar y trabajar. No lo he hecho nunca y no me va a quedar más remedio ahora.


    Resignación. ¡Qué vida más dura esta la del exiliado en tierra de bárbaros!



    13 julio 2007

    070713 de ingenieros

    Un ingeniero es alguien que encuentra soluciones donde el resto de los mortales sólo ven problemas.

    Pongo un par de ejemplos.

    Un aún estudiante de ingeniería tenía que entregar el proyecto fin de carrera antes de defenderlo ante el tribunal. No vivía en la ciudad donde estaba la universidad, es más, vivía a varios cientos de kilómetros, así que quedó un día con su tutor para enseñarle el proyecto definitivo y con su visto bueno entregarlo en secretaría.

    El tutor, que a estas cosas son muy dados y para eso son tutores, le dijo que tenía que cambiar un par de chuminadas, nada de importancia.

    Cambiar las hojas de papel no fue ningún problema, simplemente las imprimió y cambió.

    El problema era que tenía que entregar también un cd con el proyecto. Buscó por la universidad y o no tenían grabadora o no funcionaba. Salió a buscar algún cyber y no tenían servicio de grabado de cds. Se acababa el tiempo, eran casi las 2 y secretaría cerraba.

    Opción 1.- Ponerse a llorar; no es creíble en un ingeniero.

    Opción 2.- Maldecir lo humano y lo divino y esperar a entregarlo al día siguiente; con la cantidad de cosas que tenemos que hacer los ingenieros, tampoco es muy factible que eso pasase por su cabeza.

    Opción 3.- Decirle al de secretaría que no había podido grabarlo y que se lo enviaría por correo; conforme funcionan los administrativos en este país, lo normal es que le hubiese mirado con cara de pócker y hubiese cerrado la ventanilla sin ni siquiera dejarle acercar el proyecto en papel a la ventanilla.

    Y opción 4.- Somos ingenieros, o éste casi lo era, así que sangre fría y llegar despotricando de lo mucho que han tardado en grabarte el cd, meterlo dentro de la caja y dárselo al administrativo de turno, diciéndole, además, que lo cuidase como oro en paño. Total, ¿qué posibilidades hay de que alguien lo consulte? ¿1 entre 1 000? Siempre puedes decir que el que lo grabó no lo hizo bien.

    Otro ejemplo, otro estudiante o ese mismo el día de la presentación del proyecto. La verdad es que lo llevaba flojito, apenas se sostenía la propuesta de estudio de viabilidad y además el alumno había ido en autobús durante toda la noche, con lo que ya no era sólo el proyecto que apenas se sostenía en pie.

    Opción 1.- Una presentación clara y concisa a pelo, sin transparencias, ni nada; error: si los del tribunal no pueden fijar su mirada en algo, se dormirán y encima después te acribillarán a preguntas técnicas para demostrar que no lo han hecho.

    Opción 2.- Apoyar la clara y concisa presentación con unas pocas transparencias; craso error, estás muerto si presentas pocas transparencias, porque fijarán su mirada en todos y cada uno de los datos y te darán hasta en el carné de identidad.

    Y opción 3.- Somos ingenieros, presentación enrevesada y farragosa con bombardeo de un centenar de transparencias en power point, con esto consigues primero que se duerman, pero no pasa nada porque no van a intentar excusarse, es culpa tuya y todo el mundo lo da por cierto, segundo, que no se enteren de ninguno de los datos, al pasar a tanta velocidad tienen bastante con que no les dé un ataque epiléptico y tercero, se van a cabrear tanto con la presentación, que todas sus críticas van a ir contra ésta, dejando de lado el proyecto en sí. Al terminar la presentación, los comentarios y preguntas fueron del tipo: “Es una pena que un proyecto tan trabajado se vea menoscabado por tan lamentable presentación. Esto no ha sido una defensa de un proyecto, ha sido un atentado contra él”, o “Entre la maraña de números, me ha parecido ver que la retroexcavadora costaba 100 000 €, este dato es algo antiguo ¿no?”, a lo que tú piensas “antiguo no, inventado”, o “Sólo tengo una pregunta, ¿cuál era el presupuesto del proyecto?, no lo he podido adivinar entre tanto número”. Así que tan gran proyecto, por la cantidad de transparencias, que debía ser excepcional no se le puede poner una nota mejor que un 8, porque la presentación fue, como el proyecto, excepcional, excepcionalmente enmarañada.

    Bueno, todo esto son simplemente invenciones, no me puedo imaginar a nadie capaz de arriesgarse a hacerlo.

    Tampoco tiene nada que ver que ayer presentase proyecto en una ciudad a 600 kilómetros de donde vivo y que mi presentación fuese bastante enmarañada y que mi nota final fuese un 8.

    Todo eso son una serie de casualidades.

    ¿O alguien me cree capaz de tejer tal lío?

    No tengo que decir nada más que ahora soy ingeniero, INGENIERO con mayúsculas. De la única ingeniería que hay, claro, nada de FPs avanzados, ni pseudomariconeces como arquitectura.

    ¿O pensáis que un FP o un buscalíos hubieran siquiera atisbado soluciones de ingeniero?

    05 julio 2007

    070705 de orgullos III

    Una vez concluida la semana del orgullo gay, llega el día internacional del hombre …

    … ¿o es que acaso no nos lo merecemos?

    Exigimos que al igual que a la mujer se nos honre con un día para ser venerados, ya que los hombres también somos parte de los abusos, humillaciones ataques físicos y sexuales…

    y nadie dejará de reconocer que.......

    • ¿Quién es el único que se atreve a comerse todo lo que le sirvan?
    El abnegado hombre.

    • ¿Quién levanta los pies cuando están barriendo...?
    El considerado hombre.

    • ¿Quién no los levanta cuando anda para arrastrar la pelusilla del suelo y esconderla debajo de la alfombra?
    El práctico hombre.

    • ¿Quién es el que va vestido de negro al matrimonio...?
    El resignado hombre.

    • ¿Quién llega inocente y puro al matrimonio...?
    El casto hombre (nadie comete matrimonio con conocimiento de causa).

    • ¿Quién sufre frustración y desencanto, si al llegar a casa no encuentra la limpieza hecha, ni la comida caliente, ni los niños cambiados, ni la ropa lavada y planchada, ni la cocina limpia … y encima con su mujer en rulos!?
    El sensible hombre.
    (En este punto, si encima tu suegra vive en casa, eso ya es de nota).

    • ¿A quién le toca exponerse a que lo roben o apuñalen en un bar de mala muerte y amanecer en un sórdido andén, cada vez que sale en representación de su familia ante sus amigos, mientras la otra esta dormidita en la camita bajo techo...?
    Al desprotegido hombre.

    • ¿Quién hará el enoooorme esfuerzo de acompañar a su pareja a esa fiesta en la que se reúnen todas las compañeras de trabajo (todas de coge pan y moja; todas menos, curiosamente, tu mujer)?
    El sacrificado hombre.

    • ¿Quién, a pesar del cansancio y el stress, jamás podrá fingir un orgasmo?
    El honesto hombre.

    ¿Quién jamás podrá decir una mentira...?
    Los sinceros hombres (inocentes hasta que se demuestre lo contrario).

    • ¿Quién tiene que matar las cucarachas y ratones de la casa porque a “ella" le da miedo...?
    El valiente hombre.

    • ¿A quién se la montan parda cuando llega con cabellos largos en la chaqueta, o maquillaje en la camisa...?
    Al incomprendido hombre (¿Acaso no se puede tener amigos hippies, o que trabajen de payaso...?)

    • A quién le toca mirar para el colchón en vez de disfrutar la decoración del techo y aguantarse los gritos en plena oreja...?
    Al sacrificado hombre.

    • ¿Quién tiene que afeitarse todos los días...?
    El pobre hombre... bueno..., y su suegra.

    • ¿Quién manda en la casa...?
    La suegra, la mujer, las cuñadas, la empleada del hogar, el perro y hasta la vecina... del abrumado hombre.

    • ¿Quién es el que se expone a una laringitis aguda por estar gritando "Amooor, ya llegué" cada vez que llega a la casa...?
    El dulce hombre.

    • ¿Quienes tienen que aguantarse las ganas de llorar...?
    Nosotros …malas pécoras, sñif...... los machos no lloramos.

    • ¿Quién tiene que gastar en regalos para el Día de la Madre, Día de la Secretaria, Día de San Valentín, Navidad, cumpleaños, aniversarios y demás fiestas inventadas por el hombre para satisfacer a la mujer...?
    Adivinen.... sí, ese mismo.

    • ¿Quién se viste en menos de 10 minutos y asiste a todas las fiestas con el mismo traje y zapatos...?
    El ágil y económico hombre.

    • ¿A quién le toca esperar vestido 2 horas mientras su mujer se prueba un traje tras otro para ir a una fiesta en la que no se requiere ningún traje en especial?
    Al aburrido hombre. (Y curiosamente la mujer termina por optar por el primer vestido que se probó 2 horas antes).

    • ¿Quiénes tienen que orinar de pie frente a un artefacto que fue específicamente diseñado para usarse sentado...?
    Los resignados hombres.

    • Al estar incómodamente sentado en un transporte público lleno de gente y una mujer de pie pregunta con sarcasmo: “¿Es que no hay caballeros aquí?” ¿Quién tiene que explicar que : “caballeros si hay, lo que no hay son asientos libres”?
    El sensato hombre. (Qué poco observadoras son las mujeres, caramba)

    • ¿Quien tiene que aguantarse las típicas escenitas de: ¡Ya no eres el mismo!, ¡No me vas a salir esta noche con que estás cansado!, ¿En que estás pensando?, Me voy con mi madre!...?
    El humillado hombre.

    • ¿A nombre de quién están los recibos de los servicios públicos, la cuenta del teléfono, el cable y la escritura de la casa...?
    El expuesto hombre (uno figura pero la que manda es otra).

    En fin, la lista de razones que ratifican el derecho del hombre a tener un día especial para él (diferente al Día del Trabajo), es infinita.... así que exigimos que se institucionalice EL DÍA INTERNACIONAL DEL HOMBRE, y para tal fecha se ha elegido el día 2 de julio (SAN JUSTO).

    Ah, por último:
    • ¿Quiénes están leyendo esto a escondidas para poderse reír, ya que si son sorprendidos se exponen a un severo garrotazo...?
    Los oprimidos hombres.

    DÍA INTERNACIONAL DEL HOMBRE


    PS.- Para quien no lo sepa, sí que existe un Día Internacional del Hombre, el 19 de noviembre. No sé por qué se eligió esa fecha, posiblemente hubo alguna mujer de por medio, pero lo curioso que tienen las efemérides, parece que sí hay un hecho importante para creer que esa es una buena fecha para celebrar el Día Internacional del Hombre: ese mismo día, en 1960, Pelé marcó su gol número mil.


    • ¿Quiénes serán los únicos que encuentren lógica esta relación?
    Los hombres (los futboleros, claro, porque al resto le importa un carajo si Pelé marcó o dejó de marcar).

    02 julio 2007

    070702 de orgullos II

    Si es que se veía venir.

    ¿Qué se puede esperar de un país en el que el deporte nacional es la siesta y con un nivel de organización inferior al de Beirut post-bombardeos? Pues que pase lo del sabado en Madrid.

    Por la mañana corrimos la carrera 10 km de orgullo, y me siento orgulloso porque parte corriendo, parte andando completé los 10 km, que para un abuelo como yo no es moco de pavo.

    La organización ya es otra cosa. Entiendo que haya que cortar las calles para carreras, manifestaciones y demás. Es la servidumbre que hay que pagar por vivir en una gran ciudad. Durante gran parte de la carrera estuvo el coche escoba empujándome, a mí y a un cincuentón asmático que por momentos casi me superaba. En fin, desde tan privilegiada posición se veía la carrera distinta; coches parados a uno y otro lado y nosotros que casi nos daba igual ir por la calzada, que por la acera, y que casi esperábamos como agua de mayo que la policía, en lugar de escoltarnos, nos diera el tiro de gracia.

    A la organización le diría que cuando ya queden pocos, habiliten un carril para que la gente no se ponga nerviosa y encima le piten los oídos a nuestras madres. Ya es duro correr cuando las fuerzas te fallan; si encima te están poniendo a parir, como que eso no anima mucho.

    Por la tarde fuimos al desfile en Gran Vía. La calle estaba cortada, pero la gente invadía la calzada, por lo que no se veía nada; esperaban de pie desde las 6 de la tarde pero no antes de las 9 empezaron a llegar las carrozas (bueno, camionetas de reparto atestadas de gente en cueros). Tampoco había mucho que ver, la verdad.

    ¿Y Gallardón quiere Olimpiadas para Madrid? Si no son capaces de organizar un triste desfile. Por favor, alcalde, ahórrenos esa humillación pública.


    No, no me siento orgulloso de esta ciudad en la que me nacieron y en la que sobrevivo y malvivo.



    Negociación para conseguir la olimpiada en mi nombre, no, gracias

    Negociación para conseguir la olimpiada en mi nombre, no, gracias