ETA a vuelto a poner una bomba.
Lo normal, vamos.
Sólo un par de puntos.
Es difícil escapar de una bomba-lapa en los bajos del coche. No es tan espectacular como volar el aparcamiento de la T4, pero el resultado es más seguro. Pero ni aún por esas. La banda está en horas bajas, y no les queda más remedio que encargar a cualquier mindundi el trabajo sucio. Matar es fácil, saber cómo colocar las bombas requiere algo más de conocimientos, que no de inteligencia (los delfines y los monos son más efectivos).
Esto no quiere decir que dejen de probar y que lleguen a conseguir matar a alguien. Por ensayo y error conseguirán llevarse a alguien por delante, aunque sea a alguno de los suyos que pase por allí.
Otro tema a tener en cuenta es que ahora hasta avisan desde los micrófonos de que van a actuar. Si no fue así, muy torpe tiene que ser la castrada cúpula batasuna para no enterarse de que sus chulos iban a intentar dar un escarmiento al sistema al día siguiente.
A todo esto, Zapatero no está, Aznar ha vuelto a eruptar e Ibarreche vuelve a mear fuera del tiesto.
Como si los gobernantes de este país (y de aquel, y del de más allá) no tuviesen cosas más importantes a las que dedicarse.
Lo normal, vamos.
Sólo un par de puntos.
Es difícil escapar de una bomba-lapa en los bajos del coche. No es tan espectacular como volar el aparcamiento de la T4, pero el resultado es más seguro. Pero ni aún por esas. La banda está en horas bajas, y no les queda más remedio que encargar a cualquier mindundi el trabajo sucio. Matar es fácil, saber cómo colocar las bombas requiere algo más de conocimientos, que no de inteligencia (los delfines y los monos son más efectivos).
Esto no quiere decir que dejen de probar y que lleguen a conseguir matar a alguien. Por ensayo y error conseguirán llevarse a alguien por delante, aunque sea a alguno de los suyos que pase por allí.
Otro tema a tener en cuenta es que ahora hasta avisan desde los micrófonos de que van a actuar. Si no fue así, muy torpe tiene que ser la castrada cúpula batasuna para no enterarse de que sus chulos iban a intentar dar un escarmiento al sistema al día siguiente.
A todo esto, Zapatero no está, Aznar ha vuelto a eruptar e Ibarreche vuelve a mear fuera del tiesto.
Como si los gobernantes de este país (y de aquel, y del de más allá) no tuviesen cosas más importantes a las que dedicarse.
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