Monólogos.
MO-NÓ-LO-GOS.
Su propio nombre lo indica: Monólogo, del griego μονολόγος, μονο- único y -λόγος palabra, según el dicionario de la Real Academia de la Lengua, Especie de obra dramática en que habla un solo personaje. Y como sinónimo de Soliloquio, del latín soliloquĭum: Reflexión en voz alta y a solas, y Parlamento que hace de este modo un personaje de obra dramática o de otra semejante.
Vamos, que son el mismo perro con distinto collar.
Que no es lo mismo que logosmonos, que serían logotipos bonitos, o sea, todo lo contrario que la mierda de logo de Madrid-2016. PGC.
Todo esto viene porque hace unos días en la sección de recomendaciones os hablaba del Maratón de Monólogos que organiza la Asociación de Autores de Teatro. Es una actividad fácil de organizar, sólo se necesita un puñado de autores, unos pocos menos actores y un local, barata, lo más caro fue el chocolate con churros que nos dieron al acabar a las 12 de la noche, y que permite ver a los artistas en registros en los que no estamos acostumbrados a verlos.
Esa es la teoría. La práctica es que la caja tonta nos acostumbra a llamar monólogos a un aprendiz de actor colocado como un pánfilo en medio de una sala, que no sabe dónde meterse las manos, y soltando chorradas por esa boquita que Dios le ha dado. Sí, eso son monólogos también, los stand-up americanos, que aquí han dado personajes ilustres como Mariano Rollo y/o Marianico el Corto, que suele costar distinguirlos ( sé que no vienen exactamente de ahí, pero para el caso, es lo mismo ). Es lo que aquí se puede identificar como El Club de la Comedia; una vez asistí a un rodaje y la verdad es que cuando lo vi en televisión las risas enlatadas hacen milagros.
Ayer actuaban Paco Maestre, Marta Poveda, Enrique Simón, Mayte Brick, ... Y algunos otros. Y esos algunos otros son los que arrastraron público, en su mayoría quinceañeros ávidos de escuchar los dejes macarras de Lusima, los amanerados de Tony, los garrulos de Mauri. Pero cuando Paco León es Paco León y no Luisma, Secun de la Rosa es Secun de la Rosa y no Toni y Mariano Peña es Mariano Peña y no Mauri, la cara de esta niñería muestra la más profunda de las desolaciones. Sus ídolos caen por tierra.
Fue triste ver interpretaciones dramáticas como la de una madre que pierde a su hijo por las drogas recibidas por risas y llamadas de móvil para explicar lo fuera de lugar que se encontraban allí. Y no me refiero a uno, ni dos. Tremendo.
Cuando una pijita que llegó tarde, muy tarde, me preguntó “Eshto esh de risha, ¿ no ?”. Bueno, contesté, hay de todo un poco. “Shí, yha, pero esh de risha, ¿ no ?”. Ha habido algo de humor, sí; pero no es El Club de la Comedia. “Shí, yha, pero esh de risha, ¿ no ?”. Niña, te vas a aburrir. Y evidentemente se aburrió; tardó cosa así que 15 minutos en salir de la sala, lo que tardó en llamar a tres amigas y jurarles por Snoopy lo que estaba pasando, tía.
Y que esta gente en unos años tenga derecho a voto.
Hay veces en que se hace difícil plantarse ante el ordenador y escribir.
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