Hoy es el Día de la Tierra, o el Día de la pobre Tierra, como dice Forges.
Un nombre muy rimbombante para recordarnos que estamos de paso por este mundo
(independientemente de que creamos en el más allá o no) y de que el mejor legado que podemos
dejar a las generaciones futuras es pasar medioambientalmente inadvertidos.
Propuestas como la hora sin luz o el día sin coches pueden estar bien (para tranquilizar nuestras
conciencias; a eso estamos acostumbrados y nos va relativamente bien).
El compromiso medioambiental es mucho más que acciones puntuales y pasan por horas y horas
sin luz innecesaria, días y días de transporte público, reducir, reutilizar, reciclar, ...
Pero para los gobiernos, instituciones y ciudadanos siempre es más cómodo pensar que es cosa
de otros y qué pena que no ponen medidas para solucionar el problema (en el que nos estamos
metiendo).
Podéis encontrar información en:
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