Ya ha concluido la temporada de recolección de nueces. Tampoco puedo decir que esté exhausto, ha durado 2 días.
Lo que sí puedo decir es que estoy magullado.
Los árboles miden unos 5 m de altura, por lo que no hay otra que varearlos. El problema es que a esa altura poco se controla la nuez, así que golpeas algo oscuro que puede ser una nuez, un pájaro o lo que sea. Evidentemente un pájaro no es, son más listos que nosotros. Pero una vez que la nuez se ha desprendido y comienza a caer, dónde lo vaya a hacer es una incógnita. Normalmente rebota en una rama, luego en otra, luego en una tercera y finalmente inicia la caída libre, y como justo debajo está el vareador mirando hacia arriba, suele ocurrir que termina por aterrizar en la frente de uno. Son las represalias que toma el árbol contra quienes lo muelen a palos.
En fín, la cosecha ya está aquí. Y de lo que tiene mi sangre, sudor y lágrimas, lo dejaremos en que tiene algo de mi ADN, porque ni los ataques kamikazes de las nueces me hicieron sangre, ni el tiempo estaba como para sudar, ni recuerdo cómo se llora.
Si alguien está interesado en esta nueva tirada de productos naturales, me lo puede decir para que lo ponga en contacto con el productor, quien no durará en haceros una oferta que no podréis rechazar.
Son feas del carajo, eso sí, pero están buenas. Son de las pequeñajas, por lo que aunque sólo sea por pelarlas, duran más.
Lo que sí puedo decir es que estoy magullado.
Los árboles miden unos 5 m de altura, por lo que no hay otra que varearlos. El problema es que a esa altura poco se controla la nuez, así que golpeas algo oscuro que puede ser una nuez, un pájaro o lo que sea. Evidentemente un pájaro no es, son más listos que nosotros. Pero una vez que la nuez se ha desprendido y comienza a caer, dónde lo vaya a hacer es una incógnita. Normalmente rebota en una rama, luego en otra, luego en una tercera y finalmente inicia la caída libre, y como justo debajo está el vareador mirando hacia arriba, suele ocurrir que termina por aterrizar en la frente de uno. Son las represalias que toma el árbol contra quienes lo muelen a palos.
En fín, la cosecha ya está aquí. Y de lo que tiene mi sangre, sudor y lágrimas, lo dejaremos en que tiene algo de mi ADN, porque ni los ataques kamikazes de las nueces me hicieron sangre, ni el tiempo estaba como para sudar, ni recuerdo cómo se llora.
Si alguien está interesado en esta nueva tirada de productos naturales, me lo puede decir para que lo ponga en contacto con el productor, quien no durará en haceros una oferta que no podréis rechazar.
Son feas del carajo, eso sí, pero están buenas. Son de las pequeñajas, por lo que aunque sólo sea por pelarlas, duran más.
1 comentario:
Recuerda que se sale el texto de la pantalla.
Pipi
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