Seguimos adelante con las definiciones de politicastros. Esta vez, el enfoque estaba en la capacidad de liderazgo.
El personaje en cuestión llegó sin un liderazgo claro, a través de un proceso cuanto menos dudoso. Llegó cuando nadie lo esperaba y se agarró a la silla autoproclamándose líder de su clan y de todo lo demás, casi del mundo mundial incluso; y por supuesto devolviendo favores a quienes de manera tan insospechada lo auparon a esa posición. No dudaba en desmentir errores pasados, e incluso a reescribir la historia si fuera necesario, proclamando a los suyos adalides de la libertad y colmándolos con todas las virtudes posible (virtudes que a todas luces no tenían). Después vinieron las bromas zafias que sólo hacían reir a su corte de bufones como él, incluso para justificar el saqueo de los cuartos públicos y la esquilmación del país.
¿Por qué la gente pensó directamente en Rajoy, mal llamado líder de la oposición? ¿Precisamente por eso?
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