Cuando hace unos años alguien compraba un piso, el comentario general era "lo he comprado por 20 y ahora ya vale 30, 35, 40, ..."
Y parecía normal.
Nadie ponía en duda que un bien que había costado 5 en construir se vendiera por 4 veces su coste y que, acto seguido, ese valor se multiplicara por 2.
Era raro, pero durante unos años fue sostenido.
Incluso si te habías metido en una hipoteca que casi te ahogaba eras visto como un buen partido, pero si te habías mantenido al margen y sólo disponías de un triste piso en alquiler o un pequeño apartamento eras un paria.
Hoy ha presentado suspensión de pagos Martinsa, una empresa inmobiliaria que surgió por allá por los años 90 y que hizo sumar a su propietario, Fernando Martín, un mindundi en el mejor sentido de la palabra, una fortuna de 1500 millones de euros, se dice pronto.
Al señor Martín se le están sacando los colores, pero no nos engañemos, seguirá con su mismo tren de vida.
Sus trabajadores y acreedores posiblemente no.
Y es que el todo vale no puede traer nada bueno.
La caída de Martinsa a arrastrado a bancos e inmobiliarias, el IBEX cae hoy un 2.55%.
Tampoco esto afectará (mucho) a las grandes fortunas, que pequeños sustos aparte, ya habrán puesto sus cuartos a buen recaudo y esperarán a que caiga un poco más para volver a ganar (volver a ganar como siempre).
Quienes lo tienen más crudo son los pequeños inversores no acostumbrados a caídas de 5, 10, 15% que, asustados por las pérdidas, escapan pensando que es el mal menor.
Las grandes fortunas del país les estarán eternamente agradecidas.
Al final va a resultar que los parias que no pudieron meterse en un piso y por tanto no tienen una hipoteca enóoorme a la que apenas pueden hacer frente van a ser los buenos partidos.
Y parecía normal.
Nadie ponía en duda que un bien que había costado 5 en construir se vendiera por 4 veces su coste y que, acto seguido, ese valor se multiplicara por 2.
Era raro, pero durante unos años fue sostenido.
Incluso si te habías metido en una hipoteca que casi te ahogaba eras visto como un buen partido, pero si te habías mantenido al margen y sólo disponías de un triste piso en alquiler o un pequeño apartamento eras un paria.
Hoy ha presentado suspensión de pagos Martinsa, una empresa inmobiliaria que surgió por allá por los años 90 y que hizo sumar a su propietario, Fernando Martín, un mindundi en el mejor sentido de la palabra, una fortuna de 1500 millones de euros, se dice pronto.
Al señor Martín se le están sacando los colores, pero no nos engañemos, seguirá con su mismo tren de vida.
Sus trabajadores y acreedores posiblemente no.
Y es que el todo vale no puede traer nada bueno.
La caída de Martinsa a arrastrado a bancos e inmobiliarias, el IBEX cae hoy un 2.55%.
Tampoco esto afectará (mucho) a las grandes fortunas, que pequeños sustos aparte, ya habrán puesto sus cuartos a buen recaudo y esperarán a que caiga un poco más para volver a ganar (volver a ganar como siempre).
Quienes lo tienen más crudo son los pequeños inversores no acostumbrados a caídas de 5, 10, 15% que, asustados por las pérdidas, escapan pensando que es el mal menor.
Las grandes fortunas del país les estarán eternamente agradecidas.
Al final va a resultar que los parias que no pudieron meterse en un piso y por tanto no tienen una hipoteca enóoorme a la que apenas pueden hacer frente van a ser los buenos partidos.
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