El próximo es el fin de semana del orgullo.
No, no me refiero al Real Madrid y sus celebraciones. Eso es otra cosa.
Me refiero al Orgullo Gay.
No sé si esta expresión es correcta. El coordinador del colectivo en A Coruña decía hace unos años que él no se consideraba gay, que eso era un anglicismo. Tampoco el término homosexual era preciso, porque englobaba tanto a hombres como mujeres. Marica no le gustaba, porque no se consideraba femenino; era simplemente un hombre al que le gustaban otros hombres. Según sus propias palabras, él era maricón.
No se trata de un grupo de locas que toman las calles; Boris y compañía estarán por ahí, pero el movimiento es mucho más complejo y completo. Y a la concentración está invitado todo el mundo, independientemente de tendencias sexuales y creencias políticas o religiosas.
A mi modo de ver, el orgullo no viene por tener unas inclinaciones sexuales u otras; de lo que me siento orgulloso es de que la sociedad por fin, después de siglos de opresión, vea la homosexualidad como algo normal. Te pueden atraer los rubios, las morenas, las asiáticas, los europeos, los altos, las bajas, las delgadas, los gorditos, … y te pueden gustar independientemente de si eres hombre o mujer. Eso es lo que me enorgullece.
Uno de los actos que se celebran es la carrera del orgullo.
Un par de cosas, o tres,
Primero, que no os dé miedo la carrera; son sólo 10 km, eso y más lo hacemos todos los días en el trabajo. Lo que os tiene que dar miedo, pánico diría yo, es el volver a la rutina diaria tras la carrera.
Segundo, que nadie sea reticente por el ambiente; quien considere que está bien como está lo único que hay que hacer es correr más o como mínimo lo mismo que el que vaya detrás de ti y correr menos o como máximo lo mismo que el que vaya delante. Quien busque emociones fuertes, es el día de probar otras combinaciones y sentirse orgulloso.
Tercero, que nadie se olvide de hidratarse correctamente, antes y después de la carrera. Va a haber mucha gente y va a hacer musha caló. Bebidas isotónicas antes, durante y después de la carrera; algo de comida, fruta (los plátanos no son una buena idea, creedme, a no ser que queráis ser el objeto de lascivas miradas y demoledores comentarios), frutos secos, ...
El lunes será el momento de recapacitar y sopesar si ha merecido la pena o si es el momento de salir del armario.
No, no me refiero al Real Madrid y sus celebraciones. Eso es otra cosa.
Me refiero al Orgullo Gay.
No sé si esta expresión es correcta. El coordinador del colectivo en A Coruña decía hace unos años que él no se consideraba gay, que eso era un anglicismo. Tampoco el término homosexual era preciso, porque englobaba tanto a hombres como mujeres. Marica no le gustaba, porque no se consideraba femenino; era simplemente un hombre al que le gustaban otros hombres. Según sus propias palabras, él era maricón.
No se trata de un grupo de locas que toman las calles; Boris y compañía estarán por ahí, pero el movimiento es mucho más complejo y completo. Y a la concentración está invitado todo el mundo, independientemente de tendencias sexuales y creencias políticas o religiosas.
A mi modo de ver, el orgullo no viene por tener unas inclinaciones sexuales u otras; de lo que me siento orgulloso es de que la sociedad por fin, después de siglos de opresión, vea la homosexualidad como algo normal. Te pueden atraer los rubios, las morenas, las asiáticas, los europeos, los altos, las bajas, las delgadas, los gorditos, … y te pueden gustar independientemente de si eres hombre o mujer. Eso es lo que me enorgullece.
Uno de los actos que se celebran es la carrera del orgullo.
Un par de cosas, o tres,
Primero, que no os dé miedo la carrera; son sólo 10 km, eso y más lo hacemos todos los días en el trabajo. Lo que os tiene que dar miedo, pánico diría yo, es el volver a la rutina diaria tras la carrera.
Segundo, que nadie sea reticente por el ambiente; quien considere que está bien como está lo único que hay que hacer es correr más o como mínimo lo mismo que el que vaya detrás de ti y correr menos o como máximo lo mismo que el que vaya delante. Quien busque emociones fuertes, es el día de probar otras combinaciones y sentirse orgulloso.
Tercero, que nadie se olvide de hidratarse correctamente, antes y después de la carrera. Va a haber mucha gente y va a hacer musha caló. Bebidas isotónicas antes, durante y después de la carrera; algo de comida, fruta (los plátanos no son una buena idea, creedme, a no ser que queráis ser el objeto de lascivas miradas y demoledores comentarios), frutos secos, ...
El lunes será el momento de recapacitar y sopesar si ha merecido la pena o si es el momento de salir del armario.
1 comentario:
Después de leer esto, quiero que sepas que me siento ORGULLOSA de tí.
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