He empezado a trabajar en una bonita empresa llena de siglas que me ha mandado a una obra que está en el extranjero (para mí, todo lo que sea fuera de la ciudad es el extranjero, lo desconocido), así que no me queda más remedio que coger el coche cada día para ir; de hecho no tenía coche y he tenido que agenciarme uno. Para un urbanita como yo, que se mueve siempre en transporte público el tener que conducir a diario es una aventura; ya no soy yo el que insulta a los cafres que se saltan un paso de cebra, ahora soy yo el cafre que no distingue el rojo del verde en los semáforos, y ya no soy yo el que recibe los pitidos por cruzar como peatón por sitios indebidos, ahora soy yo el que pita.
Para estos primeros día y esperando a ver si el trabajo merece la pena del suplicio diario del coche, la mejor opción era pedir uno de la familia; no fue difícil conseguirlo (alguien que está ahí arriba me quiere mucho; gracias, guapas), la condición era pasar la ITV, que, bueno, no iba a ser ningún problema, porque salvo que necesitaba pasar por un túnel de lavado, el coche estaba perfecto, una maravilla de la tecnología alemana. El único inconveniente era que el portón del maletero no cerraba, así que le tuve que poner una cuerda y rezar para que no me lo robaran la primera noche (me encantan estas soluciones temporales españolas que terminan siempre siendo definitivas). Vamos, que me veía como Mr Bean poniéndole un cerrojo y un candado al coche.
Cuando fui a pasar la dichosa revisión, el operario no pudo evitar felicitarme por lo bien que sonaba el motor (hay que decir que el coche es casi de la época de Felipe II); su cara cambió cuando empezó a hacerle las pruebas pertinentes:
1. Dispositivo de luces de cruce defectuoso: la primera en la frente. El chaval me dijo: - Uy, esto está un poco roto. - Mierda, pensé, pero eso ¿es grave? - Para mí no, contestó, pero está roto. - Pues si para ti no es grave, para mí tampoco, sigue. Y siguió.
2. Dispositivo de luz de marcha atrás defectuoso: la segunda. - Uy, pues la protección de la luz de marcha atrás también está rota. - Pero el piloto no está fundido, ¿verdad?, pregunté, así que no es grave, aseveré. - No, fundido no está, grave no es, dijo. - Pues si para ti no es grave, para mí tampoco, sigue. Y siguió.
3. Luz de la placa de matrícula trasera: la tercera. - Uy, la cubierta de la luz de la matrícula se ha caído. - Pero luce, ¿no? - Sí, luce, … y no es grave. - Pues si para ti no es grave, para mí tampoco, sigue. Y siguió.
4. Luces de posición: ¿Luces de posición? ¿Quién utiliza las luces de posición? Yo miré las cortas y las largas, pero ¿las de posición?; si no sé ni cuando hay que utilizarlas. El chaval me dijo: - Uy, esto está fundido. Ya no me dio tiempo a decirle nada, directamente dijo: No, no es grave y ya sé que para ti tampoco; sigo. Y siguió.
5. Emisiones de humo en el límite, muy en el límite. - Que sepas que aunque no es grave y a ti no te importe, está en el límite de emisiones.
6. Pérdidas de aceite sin goteo. Si hasta ahora no ha goteado es que las juntas ya se han sellado.
7. Defectos en estado de guardapolvos. Esto no sé lo que es, pero tampoco es grave.
A todo esto, hay otra serie de desperfectos menores tales como que el limpia parabrisas trasero echa agua pero no gira, o que no tiene cinturones de seguridad traseros, o que uno de los retrovisores está remachado, o que uno de los parasoles se baja poco a poco durante la marcha, lo mismo que el retrovisor interior, lo cual es, cuanto menos, incómodo. Esto unido a que cada vez que se cambiaba una llave se unía una llave más al juego, hace que para un coche se necesiten 6 llaves distintas (porque otra cosa no, pero dispone de 2 antirrobos; dime a mí de qué sirve si te dejas el portón trasero abierto por la noche en pleno zona chunga de Madrid). También el tapón de la gasolina tiene truco; menos mal que en la gasolinera había otro cliente que tenía una vespino y me dijo cómo abrirlo, que esto del tapón de la vespino tiene que ser alta tecnología, oye.
Así que me puse manos a la obra a solucionar estos problemas que me quitaban el sueño. Lo primero era lo primero, así que si la solución de los informáticos es apagar y volver a encender, la de los ingenieros es dar un golpecito para que se recoloque todo. Quité la cuerda que hacía de improvisado cierre de seguridad y vi que rozaba en un punto. Esto me servirá, pensé. Cerré de golpe y no, no sirvió. Un poco más fuerte; más fuerte y seguía sin funcionar. Quizás empujando de un lateral; tampoco. Quizás de los dos; nada. Ya vi que un golpecito no iba a ser suficiente, así que tomé impulso para aumentar el impacto; la primera vez poco conseguí, es difícil controlar tus limitadas fuerzas en el portón trasero, la segunda fue algo mejor, y ya la tercera fue la definitiva. Hay pocas cosas que no pueda conseguir un ingeniero: a base de ingenio conseguí que la bombilla volviese a hacer contacto y ahora vuelvo a tener luces de posición; sigo sin saber cuándo usarlas, pero ya tengo luces.
Esta maniobra tuvo un efecto secundario y es que cuando puse en marcha el coche tenía pulsada una de las palanquitas al lado del volante y se puso también en marcha el limpiaparabrisas trasero, que ahora sé que también funciona.
Dos por el precio de uno.
Bueno, tres, porque con tanto golpe, el portón trasero se cerró bien; pensé que la cuerda no quedaba mal, incluso la posibilidad del candado me atraía, pero ya que tengo la llave (que es otra de las muchas que arrastro, como si fuera el amo del calabozo), pues voy a utilizarla. Así que ahora ya el que quiera robar lo tiene más complicado, no muy complicado, pero sí más complicado que antes; lo que no tengo claro es lo que van a poder robar, ¿los cinturones traseros, que no tiene?
Para las emisiones de humo no pienso poner un catalizador, pondré un mechero en el tubo de escape y que se vayan quemando los CO y NO, para las pérdidas de aceite lo único que hay que hacer es, como las heridas, no quitar la costra de fuera y esperar que haga de cierre y para el guardapolvos he visto una cinta adhesiva en el Todo a 100 que creo que me va a hacer un apaño.
Eso sí, la trócola está bien, por lo menos no me han dicho que tenga que cambiarla.