El tiempo da y quita razones, y además pone a cada uno en su lugar.
El 11-M el mundo se nos cayó encima. ETA daba el golpe más demoledor de su triste historia, el Gobierno de Aznar pedía cerrar filas en torno a sí y trataba de reaccionario a quien siquiera comentaba la posibilidad de esperar a confirmar que no hubiese otra mano detrás de los atentados.
Yo, lo reconozco, me convertí sin quererlo en uno de esos anarquistas que ponen en duda (dinamitar es una palabra que no es la más apropiada para este texto) el sistema. Y lo fui sin saberlo bastante antes de que el Gobierno tomase las riendas de la situación.
Al salir de la ducha mi mujer me dijo que habían puesto una bomba en un tren; la costumbre nos hizo mirar a ETA. Mientras con el avance de los minutos el número de bombas aumentaba y el de víctimas se disparaba, le dije que algo no encajaba, que los de la secta etarra son unos locos, pero que esto se les quedaba demasiado grande.
Evidentemente el avance de las horas me hacía pasar por más necio si cabe cuando Acebes salía para reiterar el brutal ataque de ETA y la necesidad de hacer piña contra los terroristas.
Me enrocaba en mi necedad no sé si por perplejidad o por intentar buscarle al hecho un punto más de sin sentido que la del propio terrorismo batasuno. Reconozco que con el paso de las horas mi posición fue decayendo conforme el Gobierno se hacía fuerte en su teoría. Sólo al volver a casa por la noche y escuchar distintos medios de comunicación volvieron las dudas sobre la versión del Gran Hermano.
Hay que agradecer a la manifestación organizada por el Partido Popular hace unos días que hayan arrojado luz sobre aquellos hechos; en dicha manifestación contra la política del Gobierno socialista y su actitud hacia ETA se emitió un vídeo sobre los atentados de la banda terrorista y no se hizo mención a los del 11-M. Las conclusiones que se pueden sacar son:
- El Partido Popular acepta que ETA no intervino en los atentados y abandonan la teoría de la conspiración: si sus dirigentes tuviesen la más remota duda, no hubieran podido menos que poner imágenes del atentado más sangriento de la historia de la banda en el vídeo, incluso aunque tuvieran que decir que estaba pendiente de confirmación judicial.
- También aceptan que Acebes es un mentiroso: hasta hace no mucho ha seguido su guión, cada vez más solo, y ha tenido que tragarse este video desde el estrado.
- Además imputan a Aznar la responsabilidad de poner al país en peligro: no es sólo que desoyera los gritos de los manifestantes contra la guerra que nos avocó a los atentados, sino que su irresponsabilidad llevó a la Casa Real y al Gobierno en pleno a asistir a una manifestación que los terroristas podían haber aprovechado para realizar una carnicería aún mayor.
Mientras no se reescriba la historia, para mí Aznar es un irresponsable y Acebes un mentiroso; del resto de bufones de la corte aznariana prefiero no opinar. Como la mentira que intentaron levantar, sus puestos les quedaron grandes.
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