Llegó por fin.
Tanta hiperoxigenación me estaba matando.
Empezaba a echar en falta el dióxido de carbono de Madrid.
Tras unas horas de viaje hemos visto el perfil de las 4 Torres.
Y tras un poco más, al abrir las ventanillas, comenzamos a oler Madrid.
¿Pero cómo puede haber gente que dice que Madrid no huele mal?
Bueno, olores, pitidos, obras (¿PGC no se ha ido de vacaciones?), ...
Oficialmente os comunico que se acabaron las vacaciones; mañana, vuelta
al trabajo, a la universidad, a los estudios, ... Ya lo echaba en falta también.
Mañana a primera hora seguro que tengo a un cliente que yo me sé colgado
del teléfono. Y a mí me tocará acribillar al proveedor correspondiente.
¡Uhm, me gusta!
La solución a estos días puede ser ésta:

Sabéis que me gusta que este blog os sea de utilidad.


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