Bueno, ayer.
¿Quién de mis lectores tiene más de 20 años?
¿Y más de 30?
¿Y más de 40?
¿Recordáis una película, bastante antigua, de un científico loco que inventaba
un vehículo para viajar en el tiempo?
Sí, Back to the Future, que en castellano se tradujo por Regreso al Futur
(y la verdad es que, al menos esta vez, la traducción es correcta, no la
bautizaron con lo primero que se les pasó por la cabeza).
Para los que fueran demasiado jóvenes, o demasiado viejos, básicamente
el científico inventa el condensador de flujo, que permite viajar en el tiempo
y se lo encasqueta a un De Lorean DMC-12. En un momento dado plantean
ir al futuro a una fecha muy muy lejana y al final terminan yendo al pasado.
Básicamente eso. Quien tenga más curiosidad, que alquile la película.



A lo que iba, la película es de 1985 y la fecha de partida es el 26 de octubre
de ese mismo año.
¿Os imagináis cuál es la del fututo muy muy lejano?
No, ayer.
Ya no somos unos niños.
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