En el pueblo me han pedido que realice un PLAN ESTRATÉGICO DE OPTIMIZACIÓN DE RECURSOS TURÍSTICOS, básicamente que desarrollemos el turismo rural.
Si hay un timo que funciona últimamente es el del turismo rural.
Es un concepto de nuevo cuño, pero que en realidad es lo que antes se llamaba “ir al pueblo”. La diferencia es que si vas a tu pueblo es gratis y si lo que haces es turismo rural vas a un pueblo que no es el tuyo y encima pagando una pasta.
Una cosa importante es que para hacer turismo rural no vale cualquier pueblo, tiene que ser un pueblo “con encanto”.
¿Y qué es un pueblo “con encanto”? Pues en esencia es un pueblo que sale en una guía de pueblos “con encanto”. Si es que se cae por su propio peso. Y ahí es donde entra en funcionamiento mi empresa, en conseguir que un pueblo que es las antípodas de la civilización por sí solo, sueño de todo urbanita, además tenga “encanto”.
A estos pueblos se suele llagar a través de una carretera comarcal “con encanto”, es decir, una carretera con tantos baches y curvas que cuando llegas al pueblo estás encantado de bajarte. Bueno, eso gracias al alcalde lo tenemos de sobra, para exportar baches incluso. Los hay de todas las clases y colores: grandes, más grandes, profundos, más profundos, fuera del pueblo, dentro del pueblo. Salvo en su calle los hay sembrados por doquier.
Y cuando bajas del coche buscas integrarte con los vecinos y entras al bar, tugurio donde los haya.
- ¡¡¡Buenos días, paisanos!!! ¿Qué es lo típico de aquí?
Y el del bar piensa: “Pues aquí lo típico es que vengan los gilipollas de la ciudad los fines de semana a dejarse 1 000 euracos, mamonazo”.
Lo siguiente es alojarse en una casa rural o “casa con encanto”, que es una casa adornada con muchas vasijas y ristras de ajos colgadas del techo, que no tiene ni tele, ni radio, ni microondas. Eso sí, tiene “encanto”. Y además unos mosquitos trompeteros que por la noche hacen más ruido que una Derbi Coyote. Quien haya oído una sabe de qué hablo. O mejor aún, es como Pedrosa calentando neumáticos, él por el tamaño y la moto por el ruido; igualito pero con alas.
Luego te das cuenta de que los del pueblo viven en unas casas que no tienen ningún “encanto”. Pero para compensarlo tiene jacuzzi, parabólica, Internet y portero automático.
Tu casa no tiene portero automático, pero tiene una llave que pesa como una tele. Como no tienes tele, será para compensar.
Otra posibilidad que estamos estudiando es ofrecer la elección de hacer turismo rural en una casa vacía o con los dueños. Estupendo, te vas de vacaciones y además de a la tuya, tienes que aguantar una familia postiza, niños corriendo y gritando por duplicado, mujer cabreada por duplicado, suegra por duplicado, … Eso sí, a la hora de dormir, cada uno a su catre y aquí paz y después gloria. Gloria después, porque esta noche no va a ser con ese joputa de mosquito zumbando aquí y allá; como para quitarse la ropa, que hasta piensas que un traje de neopreno no hubiera sido una mala opción.
Que eliges la opción “familia con encanto”, te ves por la noche tú que quieres ver a Fernando Alonso y ellos con el vídeo de Mira quien baila, y te planteas:
- “¿Quién manda más, yo que he pagado mil euros o este señor bajito y arrugado?”.
Pues gana él, que tiene el garrote.
Y encima está la opción “posibilidad de integrarse en las labores del campo” (previo pago de otros 200 euros).
Esto quiere decir que te despiertan a las 5 de la mañana para ordeñar una oveja y así puedes tomarte la leche recién ordeñada. ¿No te jode?, es como la puta costumbre de ir a la gasolinera y que te tengas que poner tú el combustible, o ir al Burriquín y que tengas que recoger tú la bandeja.
Así que pagas para que te levanten a las 5 de la mañana para ordeñar ovejas.
Que digo yo: ¿Por qué hay que ordeñar las ovejas tan temprano? Si la leche está ahí y no se va a evaporar. ¿Y no se pueden ordeñar después del aperitivo, con unas cañitas en el estómago?
Yo creo que es fastidiar por fastidiar, porque a la oveja le tiene que sentar como una patada en el hocico que la despierten a las cinco de la mañana para que le toque las tetas un extraño. Que la oveja te mira como diciendo: “Mira, tío, si quieres leche, te vas a la nevera y coges el tetrabrick. O mejor aún, ¿por qué no vas y ordeñas al macho cabrío, que es como si fuera de tu familia?”
Ya son ganas de molestar. En fin, como todavía no ha amanecido, por lo menos te queda el consuelo de que esa noche has tocado teta, y además “teta con encanto”.
Pero el “encanto” definitivo son las “actividades al aire libre”. Como cuando te ponen a hacer senderismo a la Cueva de la Covatilla, que es lo que habitualmente de toda la vida se ha llamado andar, y que consiste, pues en eso, en poner un pie delante del otro hasta que ya no puedes más, mientras los del pueblo te adelantan en un todoterreno con aire acondicionado. Pero tú, encantado, vas por el campo como abducido, te vuelves bucólico y todo te parece impresionante. Ves a tu familia en fila india por el monte y sueltas: Uhmmm, que olor a pueblo.
¿A pueblo? Qué coño, huele a mierda, a mierda porque el niño va arrastrando los pies y ha pisado una boñiga de la mula de Asterio. Esos sí, a “mierda con encanto”.
Y todo, sea lo que sea, te sabe a gloria. En el mesón te ponen 2 huevos fritos con chorizo y tú, eufórico, sueltas:
- En Madrid no te comes tú estos huevos, En Madrid no te comes tú estos chorizos. En Madrid no te bebes tú esta Coca-Cola.
Y le preguntas al camarero:
- Oiga, ¿a que este chorizo es de matanza?
- Pues casi, porque a punto estuvo de matarse en la curva el del camión de Campofrío.
De repente oyes unas campanadas y dices.
- ¡Ah! ¡Qué paz! No hay nada como el tañido de una campana.
Y tu suegra, que ha venido sólo para joder, suelta:
- Ves como es un inútil. Pero si están grabadas, ¿no ves el altavoz en el campanario? Mamonazo. ¿En qué estarías pensando cuando te casaste con él? Si me hubieras hecho caso …
En ese momento te planteas si los sonidos de las gallinas o de los grillos no vendrán de un CD: RuralMix 2007 o algo así.
De lo único que estás seguro es de que los mosquitos trompeteros son de verdad. Y de que pican; que más que picar, muerden. Que te levantas por la mañana y pareces un Ferrero-Roché con varicela.
Y es que, de lunes a viernes la gente de estos pueblos vive como todo el mundo, enviando SMS, conduciendo con el GPS y manejando con soltura el resto de acrónimos, pero que cuando llega el fin de semana distribuyen por la carretera a unos tíos disfrazados de pastores que cuando ven que se acerca un coche desconocido, avisan a los del pueblo con el móvil.
- ¡Eh, pardillos en camino!
Y entonces se moviliza la tropa, unos cambian el cartel de Videoclub por el de Tasca, otros sueltan unos perros sarnosos por las calles y se coloca a 2 abuelas a la entrada del pueblo quitándole la etiqueta a unas alpargatas Made in Taiwán que luego te compras a precio de oro y que desde el primer momento te hacen unas rozaduras que pareces un Nazareno con los pies en carne viva.
En fin, un montaje tan grande no puede ser obra de personas aisladas, por eso nos han contratado para que todo este tinglao salga adelante con naturalidad. Y eso requiere la implicación de las máximas autoridades. El otro día tuvimos una reunión con el alcalde. Éste al finalizar reunió a los cuatro habitantes de la aldea y les dijo:
- Queridos paisanos. Este verano, para incrementar el turismo, vamos a importar mosquitos del Amazonas, que el año pasado los mosquitos tigre no tuvieron mucho éxito. Y quiero ver a todo el mundo con boina, y nada de gorritas de Vodafone. ¡Y haced el favor de pintaros el entrecejo, que no parecéis de pueblo, coño! Ah, y las abuelas nada de hacer Top-Less en el río, que espantáis los mosquitos. Este año no hace falta que nadie haga de tonto del pueblo; con los que vienen de fuera ya tenemos bastante.