Hablando con una amiga lo raro que se estaba comportando en los últimos tiempos un conocido de ambos llegamos a la conclusión de que vivía en su mundo, un mundo paralelo que nada tenía que ver con la realidad, en el que percibía cosas que nadie percibíamos y en el que entendía cosas que ni aún siquiera los que estábamos en la conversación oíamos.
Lo extraño del asunto es que nos dimos cuenta de que a su mujer le ocurría lo mismo y, curiosamente, el mundo en el que vivía la mujer no era el mismo que aquel en el que vivía el marido, por lo que los desencuentros eran continuos.
Esta situación me resultó curiosa y al tiempo preocupante; no pude evitar seguir dándole vueltas durante unos días, y al final me he dado cuenta de que quien en realidad vive en un mundo paralelo soy yo, un mundo muy alejado de la realidad, mucho más sencillo que ésta y que por eso mismo nunca podré llegar a entender por qué la gente del mundo real puede llegar a complicarse tanto la vida para finalmente hacer algo que les perjudica sobremanera.
Lo extraño del asunto es que nos dimos cuenta de que a su mujer le ocurría lo mismo y, curiosamente, el mundo en el que vivía la mujer no era el mismo que aquel en el que vivía el marido, por lo que los desencuentros eran continuos.
Esta situación me resultó curiosa y al tiempo preocupante; no pude evitar seguir dándole vueltas durante unos días, y al final me he dado cuenta de que quien en realidad vive en un mundo paralelo soy yo, un mundo muy alejado de la realidad, mucho más sencillo que ésta y que por eso mismo nunca podré llegar a entender por qué la gente del mundo real puede llegar a complicarse tanto la vida para finalmente hacer algo que les perjudica sobremanera.
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